Un grupo 62 de presos que asistirá a la misa que oficiará el papa Francisco el próximo sábado en Medellín tendrá un “descanso para el alma” con esta visita, que llena de “esperanza” a la población carcelaria colombiana, reseñó EFE.
Para los internos, según contó a Efe el sacerdote Julián Caro Echeverri, capellán del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), participar en la eucaristía significa una “experiencia de fe”.
Durante la misa, que tendrá lugar en el aeropuerto Olaya Herrera, los reclusos esperan recibir un pronunciamiento sobre una eventual rebaja de penas.
“Para ellos es un encuentro con quien ha sido garante de la dignidad que tiene las personas más vulnerables”, añadió Caro, quien señaló que los internos representarán a toda esa población que busca encontrar “esperanza y su libertad tan anhelada” en la visita papal.
Desde la Pastoral Penitenciaria Católica, al que Caro también pertenece, gestionaron esos cupos en la ceremonia que recibirá a cerca de un millón de fieles, entre ellos 62 presos de las cárceles Bellavista, El Pedregal de Medellín y La Paz de Itagüí.
Explicó que en el proceso de selección fueron considerados únicamente los reclusos católicos que estén en fase mediana o mínima de seguridad y que salgan a permiso de 72 horas para garantizar que no se “vulnere la seguridad” durante la celebración.
Para expresar la “alegría” que produce en la población carcelaria su visita a Colombia, el sumo pontífice recibirá el óleo “El Papa Silletero”, elaborado por un interno bajo el proyecto “Trazo de Libertad”, que pretende resocializar a través de clases de pintura y escultura.
Juan Carlos Ledesma, quien lleva 24 años privado de su libertad, manifestó que su obra le rinde un homenaje al papa al pintarlo cargando sobre su espalda un enorme arreglo floral, alusivo a la tradición silletera vigente en cada edición de la Feria de las Flores de Medellín.
“Con esta obra le decimos al papa que esperábamos su venida a Colombia porque para los presos y los creyentes es una esperanza y un descanso para el alma”, expresó a Efe Ledesma, quien espera que esta visita pastoral resuelva la “situación de hacinamiento” por la que atraviesan los centros penitenciaros en el país.
“Conejo”, como es conocido este recluso de la cárcel La Paz de Itagüí, espera a última hora recibir la autorización para entregar su pintura en la ceremonia.
Sin embargo, la posibilidad está distante, ya que “Conejo” permanece en fase de alta seguridad debido a que cumple una pena de 20 años por “errores” que, asegura, cometió “cuando era joven sin pensar en las consecuencias”.
“Quisiera tener la dicha de entregarle el cuadro en sus manos para decirle que siga con esa fuerza y sensibilizando corazones porque él tiene el poder de cambiar tanta maldad”, enunció el recluso.
A ese deseo personal se sumó el colectivo, dirigido a la posibilidad de una “rebaja de penas”.
“Si no es Dios, puede ser que Francisco nos saque de la cárcel”, expresó “Conejo”, quien en su pintura resaltó “el carisma y los ojos muy puros de nuestro papa latino”.
El arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón, señaló que se han hecho propuestas en ese sentido desde “varios sectores”, pero aclaró que es el Gobierno el responsable de analizarlo y decretarlo.
“Estamos esperando si de pronto hay una respuesta positiva a esa solicitud”, declaró hoy a periodistas Tobón.