Ya no están incomunicados del todo, pero no hay transporte público y tampoco turismo. La carretera de la montaña sigue estrechamente comprometida con más 21 deslizamientos de tierra hasta ahora y cuando llueve el peligro es cada vez mayor para los habitantes de la zona de Romerito a 20 minutos del pueblo de Choroní, en el estado Aragua.
Por: Mildred Manrique – 800Noticias/ Vanessa Rodríguez – LaPatilla
Para llegar a Choroní, específicamente a Playa Grande, hay que recorrer al menos 55 kilómetros de una carretera que bordea una montaña en la que no llega señal telefónica y menos internet.
En ese trayecto, cuando se comienza a descender, en algunos puntos se observan caseríos, unos más vulnerables que otros a sufrir cualquier embate de la naturaleza, pero las personas que allí viven sostienen que han estado ahí por años y no tienen otro lugar para donde ir.
En la carrerera hacía Choroní, además de toparse con deslizamientos de tierra, botes de agua, grandes rocas, troncos y ramas en plena vía, también se observaron huecos de antiguedad en el asfalto y dos inmensas fallas de borde que datan desde hace más de 7 meses, según denunciaron los mismos habitantes de los sectores aledaños. A lo largo de la vía se registran al menos 20 fallas de borde.
Las fallas más graves y peligrosas son las del kilómetro 45 y 46. Esto afecta a cualquier persona que decida visitar Choroní ya que compromete un tramo importante de la vía, que ya de por sí es bastante estrecha para su uso en ambos sentidos y alarmantemente puede ceder en cualquier momento de no tomarse las medidas de atención urgentes.
Son muchas las versiones de lo ocurrido en la parroquia de Choroní, desde el pasado lunes 22 de agosto de 2017, tras la crecida del río Las Mercedes. Sin embargo, el equipo de 800Noticias y LaPatilla pudieron constatar 15 días después de la tragedia, que la zona aún se encuentra afectada y que sus habitantes necesitan ayuda humanitaria.
“Con las uñas” trabajan los grupos de Protección Civil así como los de Corpoelec para atender las emergencias, según afirmaciones de los propios habitantes de Choroní. La luz va y viene, el agua potable escasea y la comida también.
TESTIMONIOS
“La población de Romerito lo que pide es que limpien la vía y reparen las fallas de borde”.
“Protección Civil, Imparques, Bomberos de Aragua y rescatistas ayudaron mucho. Lamentablemente hay 4 personas fallecidas. El niño de 3 años, cuya familia perdió la vida en el deslave, no ha aparecido, aunque la búsqueda sigue ante el clamor de los familiares. “Esto es una tragedia. Aquí en Choroní estamos a la buena de Dios, pareciera que se olvidaron de nosotros, ya no retiraron los tractores que ayudarían a despejar la vía. Esto nos preocupa muchísimo, queremos respuestas con hechos, pero nos piden ir a Maracay a protestar ante la falta de atención de la Gobernación de Aragua”, alertó Pedro Inojosa, residente del pueblo costero y presidente de TransChoroní.
Aseguró que Corporlec hace lo que puede, pero necesitan equipos sofisticados para solventar las fallas eléctricas. Lo mismo pasa con el agua y los problemas de tuberías. “El sector de Romerito cuenta con el apoyo del pueblo de Choroní, Cepe, Chuao, entre otros, pero de no obtener respuesta y la ayuda necesaria vamos a tener que ir a trancar la vía del Castaño y Las Delicias”, advirtió Inojosa.
La señora Ana Rodríguez, habitante del sector Romerito, hizo un llamado a las autoridades a abocarse a esta problemática, pero sobre todo a colocar la pasarela que se llevó la crecida del río Las Mercedes. “Pronto comienzan las clases y los niños tendrán que atravesar el río y no es justo. Se necesita con urgencia el reemplazo de la pasarela para todos los que aquí vivimos”, pidió una de las afectadas, quien además acotó que el candidato a la Gobernación del estado Aragua, Marco Torres, “solo fue a tomarse la foto después de la tragedia y no llevó ni promesas”.
Indudablemente el día a día no es igual para Choroní y su gente. La actividad comercial ha mermado en todas las poblaciones de este emblemático lugar rodeado de playas exuberantes y paradisíacas. Aún hay fallas de luz, escasez de agua potable y hasta de comida, pero sus habitantes intentan continuar con su quehacer cotidiano con la esperanza que el gobierno meta la mano y les eche una “ayudaíta de verdad”.
HISTORIA
Choroní es una parroquia venezolana ubicada en una zona costeña en el extremo norte del estado Aragua, ubicada en las faldas de la Cordillera de la Costa , lo que le añade los elementos naturales peculiares de la faja litoral del Parque Nacional Henry Pittier. Su población se estima en menos de 5.000 habitantes, con una población flotante cercana al millón. Sus principales actividades económicas están ligadas a la pesca, la agricultura del cacao y el turismo, que ha tomado mayor importancia durante la última década. La palabra Choroní proviene del nombre de los indígenas que habitaban el valle ocupado por la parroquia del mismo nombre.
El pueblo de Choroní fue fundado en 1616, en pleno período colonial, cuestión reflejada en la arquitectura colonial reinante. Para 1616 ya había en Choroní una doctrina de indios con su iglesia a cargo del Fray Pedro Buitriago y gran parte de los indios encomendados al capitán Diego de Ovalle, habían establecido sus casas alrededor del templo, en 1622 el caserío es oficializado como pueblo, bajo la advocación y nombre de “San Francisco de Paula” por el juez poblador, teniente Don Pedro Gutiérrez y el vicario Presbítero Gabriel de Mendoza. Con el tiempo el pueblo pasa a llamarse “Santa Clara de Asís” y en 1964 ostenta el nombre de “Santa Clara del Valle de Choroní“, siendo conocida como Choroní.
Su población conserva las tradiciones traídas por los esclavos desde el continente africano, que se expresan cotidianamente en sus manifestaciones culturales, como los tambores. Ubicada en la parroquia Choroní, a 55 kilómetros de Maracay, la capital del estado, el acceso a este pueblo turístico es posible gracias a una estrecha carretera que atraviesa el Parque Henry Pittier, primero en ser decretado como tal en Venezuela, cuyas selvas tropicales, ricas en flora y fauna, constituyen así mismo un atractivo turístico para el visitante.
Gran cantidad de pescadores surcan las aguas en peñeros pescando artesanalmente, al tiempo que comunican a los naturales y visitantes con poblaciones sólo accesibles por mar, entre ellas la espectacular Chuao , otra población famosa por el cacao que se siembra en sus adyacencias, que incluso le valió una denominación de origen. El cacao Chuao (o Porcelana), está considerado como el mejor del mundo, dadas sus características de aroma y sabor.