Quizás perpetre un disparate, quien sabe, ganarme antipatías y adversarios, por aventurarme aludir al respetado columnista, Padre Ugalde, y su artículo de opinión ¿Elecciones regionales para qué? Sin embargo, asumimos el riesgo y sus consecuencias. Me niego a renunciar al derecho de expresar mis pareceres sin que por ello sea intrigante, apátrida o divisionista.
Capriles advirtió, “que en la oposición existían infiltrados que la estaban traicionando” y añadió “aquí hay que gente que se dice de oposición, pero le mojan la mano y es del gobierno”, es decir, actúan dentro de la oposición, pero en realidad eran o ¿siguen siendo? colaboradores, cooperantes y espías del régimen. Que lo denuncie uno de los principales opositores, supone, no se refería a militantes, sino a individuos en altas esferas como para que sus revelaciones al otro lado resultaran importantes.
La oposición partidista, abandono la calle y extravió la coherencia. Declaran contra el Gobierno, pero reconocen actuaciones que califican de ilegítimas. Como la Constituyente castro-madurista que, tras elecciones controvertidas, sin importarle críticas y rechazos nacionales e internacionales, se ha mantenido.
Se produce una profunda diferencia de opiniones entre la ciudadanía opositora que fue convocada a reclamar su libertad y rechazar al régimen, y la dirigencia que hizo la convocatoria y ahora cambia el rumbo y convalida el llamando a elecciones de gobernadores sin fecha precisa.
En su columna el Padre Luis Ugalde, S.J., muestra -tomando partido el prestigioso sacerdote- lo profundo de esa división y, quizás, la conducción opositora podría estar siendo redirigida por algunos cooperantes, aunque el clérigo no se refiere a ellos.
Califica al régimen de dictadura, y de falsa a la Asamblea Nacional Constituyente, coincidimos y a lo cual solo agregaría, tiranía.
Que la dictadura, ANC y un CNE sometido, pueda estar preparando una suspensión electoral, es casi seguro. Una estrategia basada en revelaciones internas de los cooperantes que apuntaba a la división no le funcionará, es advertencia del padre Ugalde.
Está el pretexto de que el régimen, con apoyo del oficialismo, poderes públicos y constituyente, lo está cocinando. La agresión del imperio estadounidense, guerra económica que no reconoce como propia artimaña sino como una creciente conspiración mundial, es la carne que se madura en la parrilla.
La invitación a las elecciones regionales para diciembre de 2017 fue del Poder Electoral, pero quien la adelantó, la convirtió solo para gobernadores e impone condiciones, es la Constituyente. O sea, participar implica que se ha reconocido de hecho su validez. Pero vigente aún la Constitución de 1999, ejercer el derecho a no votar o abstenerse, está establecido en esa constitución que ahora se defiende. No concurrir para nada representa pecado, felonía o prevaricación. Es un derecho constitucional, una decisión individual de conciencia.
La libertad de opinión es la base de la democracia, aunque algunos dirigentes se confundan, dejen de lado a los ciudadanos y piensen primero en sus posiciones. Según el padre Ugalde, quienes decidan no votar, y estén disconformes, recibirán el agradecimiento de Nicolás Maduro y del oficialismo, pues sería eso precisamente lo que andan buscando.
El padre Ugalde, considera, quienes no estemos de acuerdo con elecciones manoseadas por la dictadura, la estamos complaciendo. ¿cómplices? Y que, por el contrario, debemos sufragar y no dividir a los demócratas con diatribas, aunque las criticas sean democráticas y pertinentes. En este caso, no acompañamos al prestigioso articulista. Algunos critican al San Padre, el Papa Francisco y no por ello, deben excomulgarse no dejar de ser católicos.
No todo demócrata ni todo opositor pertenecen a la MUD. Los estudios de opinión reflejan que la dupla MUD/PSUV es minoría. La mayoría no pertenecen a uno u otro bando. Ahí está precisamente la posición sectaria en la cual, quienes nos resistimos a ser ciegos, sordos, mudos y obedientes, a conveniencia fanáticas, nos convertimos en apátridas, traidores a la patria, imperialistas, oligarcas y, para algunos, radicales, divisionistas, guerreros del teclado, asalariados del régimen y/o pagados por el G2 cubano, así han fraccionado al país entre ellos (MUD/PSUV) y nosotros (los Ciudadanos).
Ciertamente algunos diputados estuvieron heroicamente en la calle, justo es reconocerlo. Sólo que, de los más de 120 muertos no hay parlamentarios ni dirigentes, son jóvenes que querían y dieron sus vidas por ser libres y obtener un futuro de oportunidades; nunca por unas elecciones como insólitamente se manifestó irrespetando sus memorias. Y de los miles de presos y exiliados políticos muy pocos pertenecen a la Asamblea Nacional, en esas condiciones no es atrevido mostrar que los verdaderos héroes son otros. Aunque más que heroísmo se trata de dignidad.
A quien Maduro y el oficialismo deben dar gracias, es a quienes con improvisaciones, incoherencias y contradicciones les han proporcionado tiempo y oxígeno cada vez que la libertad se asoma a la vuelta de la esquina. Sus querellas internas, exclusiones, decisiones cupulares, secretismo, deseos de figurar y vanidades enfermizas son parte importantísima de las causas por las cuales la MUD está dividida. Han sido indiferentes, su prepotencia le ha dado la espalda al país y a la voluntad de la sociedad, ni siquiera tuvieron el disimulo de respetar la decisión de más de 7.5 millones que votamos el 16J.
Padre Ugalde, no somos quienes censuran los culpables y responsables, sino aquellos que abusaron del engaño y emboscaron la representación, que ahora enfurecen porque los ciudadanos ya no confían en ellos.
Reconoce el padre Ugalde que “con estas votaciones no acabaremos con la dictadura”, en realidad la estamos fortaleciendo. En cuanto a la “movilización” de los partidos por campañas electorales, ¿la verdadera movilización fueron aquellas calles que pusieron al Gobierno contra la pared? Registra que “la costosa movilización de los cuatro meses (abril a agosto) que precedieron no fue un error, sino que tuvo ‘el inmenso éxito’ de poner en evidencia en el país y en el mundo la naturaleza dictatorial del régimen, una narco-dictadura corrupta, inepta y aferrada al poder (…) El mérito de las movilizaciones es el castigo internacional y el cerco profiláctico por parte de los países democráticos obligados a defender los derechos humanos y actuar contra las actuaciones criminales del régimen.
“Nosotros” tampoco somos ingenuos ni actuamos como inocentes virginales. Ésta es una dictadura, como el propio Ugalde y la inmensa mayoría lo aprecian, y no sale sólo con elecciones jafaturadas y amañadas por la misma tiranía, otras acciones son necesarias como bien expone Ugalde. Lo que sucede es que han sido ya tantos desaciertos, falsedades, doble discurso e incongruencias que lo primero sería recuperar la confianza, de lo contrario, será inútil cualquier esfuerzo.
El que quiera votar que lo haga, es su derecho y no saldrá de “nosotros” una campaña abstencionista, pero sin ilusiones, vendrán desengaños. Con la seguridad que politiqueros saldrán reclamando por culpa de quienes no votaron se perdieron gobernaciones. También tendrán el descaro de atribuir a los ciudadanos que, a pesar de sufragar, la ANC destituirá a quienes electos no se les arrodillen y agachen la cabeza. Pero no se sorprendan, muchos lo harán.
Rogaría al Padre Ugalde, convoque a todos, votantes o no, pero enfrentados a la opresión y sus tretas, atención y bendiciones. Y que la justicia haga que los cooperantes enclaustrados en la MUD, queden en evidencia y sin trabajo.
Venezuela merece mejor y tendrá mejor, Dios mediante.
@ArmandoMartini