La polémica surgida con el presunto robo de señales que los Yanquis de Nueva York denunciaron contra los Medias Rojas de Boston llegó a su final con multas a ambos equipos por parte de oficina del comisionado del béisbol profesional de las Grandes Ligas, reseñó EFE.
Como se esperaba, hubo castigo por utilizar aparatos electrónicos para robar señales de un equipo rival, aunque también quedó en simples multas económicas, que de hecho ni se sabe cuál es su monto, dado que la política interna de las mayores prohíbe hacerlo público.
Los Medias Rojas fueron multados por “comunicaciones electrónicas desde su sala de reproducción de vídeo a un preparador físico en el dugout” con el propósito de robar señales del receptor rival, eso fue lo que manifestó hoy mismo el propio comisionado, Rob Manfred.
El problema surgió el pasado mes cuando los Yanquis presentaron una demanda ante los Medias Rojas, lo que generó la correspondiente investigación de las mayores.
La misma no encontró “evidencia suficiente”, de acuerdo con el comunicado publicado por la oficina de Manfred, que los Yanquis habían utilizado sus cámaras de la cadena de televisión YES para espiar a los Medias Rojas, como alegó el equipo de Boston en una demanda posterior.
Pero MLB sí multó a los Yankees con una cantidad menor, también no especificada, por el uso impropio del teléfono en el dugout antes de esta temporada.
El dinero de ambas multas se donará a los esfuerzos de recuperación por el huracán Irma en Florida.
Manfred decidió el castigo –y su decisión de no imponer penas más severas, como la pérdida de turnos en el sorteo o incluso victorias– luego de revisar los datos aportados por la investigación de la liga sobre ambas demandas.
Además el comisionado mencionó que “los 30 equipos fueron notificados que violaciones futuras de este tipo estarán sujetas a sanciones más graves, incluyendo la posibilidad de pérdida de turnos en el sorteo”.
Además reiteró que no estaba conforme por la manera como ambas organizaciones trataron el asunto al darlo a conocer a través de los medios de comunicación en lugar de utilizar los cauces formales que existen dentro de las Grandes Ligas.
“Lo primero de todo, nosotros preferiríamos no tener este tipo de incidentes”, subrayó Manfred en el comunicado oficial que ofreció hoy su oficina. “Segundo, en la medida que los tengamos o se den, preferiríamos investigarlos y tratarlos en privado, y resolverlos. Pero eso no fue lo que ocurrió en este caso, algo que no es positivo para nadie”.
Los Yanquis alegaron que los Medias Rojas habían utilizado un Apple Watch para retransmitir señales decodificadas a un preparador físico en el dugout y eventualmente a los jugadores.
Luego que el equipo de Nueva York hiciera públicos los detalles de su acusación, los Medias Rojas contestaron con su propia demanda.
En su decisión, Manfred mencionó que la violación de los Medias Rojas “ocurrió sin el conocimiento de los dueños u otro personal de la oficina central”, aunque no se mencionó al piloto del equipo, John Farrell.
Manfred reiteró que los Medias Rojas habían abandonado su práctica y el uso del reloj tras ser contactados por las Grandes Ligas y aportar toda su cooperaron con la investigación.
El presidente de los Medias Rojas, Dave Dombrowski, confirmó tras la decisión que no se impondrán medidas disciplinarias adicionales a otro personal por el uso del Apple Watch.
El robo de señales, como práctica, no está prohibido las Grandes Ligas, pero el uso de aparatos electrónicos en el dugout no está permitido.
De hecho, ocurre en el anonimato por años y de diferentes maneras, típicamente con un corredor en segunda base intentando descifrar las señales que da el receptor rival.
Los Yanquis, en particular el gerente general, Brian Cashman, sospechaban desde hace algún tiempo en esta temporada que los Medias Rojas estaban haciendo algo ilícito para robarse las señales, aunque no fue hasta la serie llevada a cabo en el Fenway Park del 18 al 20 de agosto que consiguieron la evidencia para probarlo.
De acuerdo a fuentes cercanas a la liga consultadas por la Agencia EFE, los Yanquis utilizaron cámaras de repeticiones con las que pudieron observar permanentemente el dugout de los Medias Rojas.
Lo que descubrieron fue un esquema que involucró el uso de vídeo para decodificar la secuencia de señales dadas por los receptores de los Yanquis y enviarlas mediante mensajes de texto a un preparador físico en el dugout por vía de un Apple Watch.
Entonces las señales eran transmitidas a los jugadores, lo que les permitía saber cuáles lanzamientos vendrían y de esta manera ser más eficaces en la ofensiva.