Este martes 19 de septiembre, junto a la dirigencia y militancia de Proyecto Venezuela estaremos conmemorando un nuevo aniversario de nuestra organización. No podemos hablar de celebración, pues la realidad que vivimos los venezolanos no está para fiesta cuando sabemos que muchos niños mueren a diario en el país por desnutrición, por falta de antibióticos u otras medicinas, y que familias enteras no tienen qué comer.
Vamos en primera instancia a agradecer a Dios en una Misa de Acción de Gracias que será oficiada en la Catedral de Valencia. Daremos gracias por las bendiciones recibidas, por la fortaleza que nos ha dado para seguir adelante especialmente en estos momentos tan difíciles que vive nuestra amada Venezuela. Luego nos trasladaremos a pie hasta Casa Sol, para compartir en familia y con los invitados especiales la conmemoración de este nuevo Aniversario.
Hace 17 años atraída por la señora Martha de García, me incorporé a las filas de Proyecto Venezuela, inicié mi formación política, comencé a conocer los principios y valores que son el fundamento de nuestra organización: el Humanismo Societario, doctrina que se sustenta en el bienestar del ser humano por encima de todas las cosas, y que se logra con la existencia de asociaciones y organizaciones intermedias que actúan de enlace entre el individuo y el estado, en palabras más sencillas, en el Respeto al Ciudadano.
Mucha agua ha pasado por debajo del puente durante estas dos décadas. Mucho se ha dicho de la transformación que vivió Carabobo durante la gestión de gobierno de Henrique Salas Römer y de su hijo Henrique Fernando, nuestro querido “Pollo”. Y como lo dije en un artículo anterior, “el sol no se puede tapar con un dedo”. Nadie puede negar el contraste que vemos día a día en la calle, del Carabobo del “territorio de lo posible” al Carabobo rojito de hoy.
Cuánto extrañamos la Operación Alegría al ver las calles, avenidas y autopistas destruidas a causa de la más absoluta desidia de este gobierno. Quién no anhela nuevamente el eficiente servicio de Atención Inmediata con sus ambulancias y motorizados atendiendo a heridos y enfermos en cualquier parte de la geografía del estado. Circular por las autopistas a cualquier hora era seguro, gracias a los Patrulleros de Carreteras y las Grúas gratuitas de Invial que laboraban las 24 horas del día; cómo no recordar las Escuelas Amarillas, ofreciendo educación de excelencia a nuestros pequeños; o la consolidación de los barrios, dignificando con servicios públicos y calles amplias a las comunidades más necesitadas en todo el estado.
Ese mismo contraste lo vemos, además con indignación, en la Maternidad del Sur, donde se brindó atención de primera durante el parto a miles de madres de escasos recursos venidas de todos los rincones del estado, e incluso de otras regiones, con instalaciones que nada tenían que envidiar a una clínica privada, sin embargo hoy está prácticamente inoperativa, contaminada, sin quirófanos, sin aire acondicionado, sin incubadoras, sin insumos ni medicamentos.
Esta es solo parte de la dolorosa realidad que vivimos. No obstante, vemos el futuro con optimismo, convencida que luego de estos 22 años de lucha política y social, Proyecto Venezuela seguirá acompañando a los vecinos en el reclamos de sus necesidades, seguirá siendo un cauce para una causa, seguirá sembrado como un sentimiento en el corazón de todos los carabobeños y continuará siendo referencia para las nuevas generaciones de gestión eficiente, pero sobre todo, de hacer política con principios y valores, siempre al lado de los vecinos.
Beatriz González.
Concejal de Naguanagua