A las 11 de la mañana del domingo, Dasairi Angulo fue a la casa de su ex pareja para buscar a su bebé de 1 año, quien había pasado todo el fin de semana en casa de su padre, ubicada en el caserío Filas de Santana del municipio Andrés Eloy Blanco, en Lara, reseña El Impulso.
Cuando la madre llegó consiguió al padre con la niña en brazos. El hombre no paraba de llorar y los abuelos paternos de la pequeña tampoco, allí el le dio la peor noticia de su vida, la menor de sus dos hijas había muerto.
Ella la tocó y no tenía pulso alguno, se había ahogado. A la niña la cambiaron, le pusieron ropita seca y la dejaron en la cama esperando que llegaran funcionarios del Eje de Homicidios a buscar su cuerpecito, pues no había nada que hacer.
Angulo comenta que todos los fines de semana, la niña era llevada a casa de su padre y según la historia, la señora María Francisca Jiménez, abuelita paterna de la bebé, había lavado ropa, pero no botó el agua.
El tobo en que lavó era grande, pero no estaba lleno sino hasta la mitad. La señora Jiménez llevó a la infante al cuarto de su padre y ella se fue a preparar el almuerzo.
El padre estaba con la pequeña en la cama y se dormitó. Unos minutos bastaron para que la niña quien era bastante curiosa se bajara de la cama y saliera al patio, creen que quiso jugar con el agua y cayó en el tobo.
Fue precisamente la abuela quien la consiguió y ya no tenía signos vitales, comentó Angulo mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.
La mujer sabe que fue un accidente, ahora queda con una niña de 3 años, pero comenta que la perdida de su bebita es un dolor muy grande.