El derrumbe de la escuela Rébsamen se convirtió en la escena más trágica del terremoto en México. La estructura aplastó a decenas de niños, profesores y otros empleados, y se cobró la vida de al menos 30 menores, según los últimos reportes de prensa. Rodrigo Heredia, quien logró escapar del lugar en pleno sismo, contó su dramática experiencia.
“Cuando empecé a sentir el movimiento, traté de bajar, pero escuché algo que cayó y dije ‘esto no puede estar pasando’. Pensé que era un sueño, pero tristemente todo era realidad. Solo veía cómo una nube de aire (humo) salía”, contó. El humo era una señal de los peligrosos derrumbes.
Asustado, pero con determinación, trató de buscar a sus compañeros: “Encontré a dos de mis amigos, pero faltaban otros dos. Creemos que uno saltó por mi ventana porque tenía acceso a la calle, pero no había salida. Otro creemos que está en un hospital”. Según agregó, no ha podido tener confirmación sobre su estado, ya que las vías telefónicas continuaban congestionadas. Sin embargo, agregó que no cree que sigan entre los escombros.
El menor encontró dificultades para escapar de la escuela, al borde del derrumbe. ‘Tras llegar al punto de reunión, la salida estaba bloqueada. Salí con algunos de mis amigos y tuvimos que escalar una pared para salir del edificio”, explicó.
Con respecto al esperado reencuentro con sus familiares, contó: “Sentí un gran alivio al saber que algunos estaban bien. Todavía sigo creyendo que es un sueño, no puedo asimilar esta parte”.