Andy Muschietti comentó que su idea para mantener aterrorizados a los niños que se enfrentaban a Pennywise, el payaso bailarín, era tan sencillo como no mostrarles nunca a la criatura. Muschietti y el equipo de producción escondían a Bill Skarsgard, actor que dio vida a Pennywise, de los actores, especialmente cuando iba maquillado del personaje, reseña Gizmodo.
De hecho, los niños también comentan que esto resultó ser una idea fantástica, dado que el director pudo captar en cámara la primera impresión real de los actores al ver a Pennywise, que fue al grabar la escena del proyector. La idea de Muschietti es que su reacción fuera lo más cercana posible a la realidad al ver a ese payaso diabólico con una altura de 192 centímetros.