El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, ya se encuentra en Washington, Estados Unidos, para entrevistarse este martes en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. EFE
El avión de la Fuerza Aérea Española en el que Rajoy viajó a la capital estadounidense junto al resto de su delegación aterrizó en la base de Andrews pasadas las 19:15 horas de este lunes.
Desde el aeropuerto, Rajoy se trasladó hasta el lugar en el que pernoctará por invitación de Trump.
Se trata de la Blair House, un edificio situado frente a la Casa Blanca y que es la residencia de los invitados distinguidos del presidente estadounidense.
Este martes es la cita con Trump y, en ella, está previsto que analicen las relaciones bilaterales en diversos ámbitos y asuntos internacionales como la cooperación en la lucha contra el terrorismo, las amenazas de Corea del Norte y el momento que vive Venezuela.
De la agenda de la reunión no forma parte en principio la situación en Cataluña, aunque será un asunto al que ambos se referirán, si no en su entrevista, sí con toda seguridad en la conferencia de prensa posterior que ofrecerán de forma conjunta.
La ministra de Defensa española, María Dolores de Cospedal, desveló en Washington que en la reunión que mantuvo el sábado con su homólogo de Estados Unidos, James Mattis, en el marco de un foro bilateral en Williamsburg (Virginia), le trasladó el apoyo de la administración Trump a la defensa del estado de derecho y de la legalidad que cree que el Gobierno está haciendo en Cataluña.
Rajoy acudirá por segunda vez a la Casa Blanca tras la entrevista que mantuvo allí con Barack Obama en enero de 2014, y pretende evidenciar ante Trump que España desea ser un aliado preferente de Estados Unidos.
También se abordará en la entrevista la cooperación en materia de defensa tanto bilateral como en el marco de la OTAN, donde Trump ha venido reclamando a los socios europeos un mayor gasto.
El Gobierno español asegura que la administración estadounidense es consciente de que España se está esforzando para cumplir el compromiso contraído por los integrantes de la Alianza Atlántica para, en el horizonte del 2024, dedicar al gasto en defensa un 2 por ciento del PIB.