Mucha gente se pregunta porque el gobierno adoptó la decisión de realizar las elecciones de Gobernadores, a conciencia de la posibilidad real de perder en la gran mayoría de las entidades regionales. Recordemos que constitucionalmente eso comicios debieron realizarse el año pasado, no les resultaba sencillo frente a la presión nacional e internacional continuar posponiéndolos, mas cuando a través de los escasos países aliados que aún poseen hacían gestiones para reinstalar la llamada mesa de diálogo.
Al verse obligados a convocar las regionales por esas razones, diseñaron una estrategia sencilla: en primer término decidieron concentrarse en aquellas regiones donde tienen mayor opción, los estados rurales donde el peso de las distintas instancias gubernamentales resulta decisivo para la vida de la región ( tales como Delta Amacuro, Cojedes, Apure etc) estiman que pueden obtener cinco o seis triunfos desde ese angulo de su política.
En segundo lugar propiciar la abstención y las contradicciones en el campo opositor, para ello emplearán todos los recursos a su alcance, desde la siembra de desconfianza en el proceso con la descarada utilización del CNE para obstaculizar la participación, hasta la burda manipulación de las posibles reuniones exploratorias, auspiciadas por los organismos internacionales que proponen una salida negociada a la grave crisis que confrontamos, igualmente pretenden estimular las diferencias surgidas con la realización de las primarias.
Con el segundo objetivo estratégico aspiran ganar tres o cuatro gobernaciones más, de lograrlo junto a las que ya consideran aseguradas, consideran poder llegar a diez tal como afirmó Maduro. Con ese planteamiento esperan presentar un resultado parejo en cuanto al número de Gobernadores y borrar la imagen de una oposición con sólida y holgada mayoría.
La justa decisión de la MUD al no participar en la segunda sesión de conversaciones en República Dominicana, le impidió al gobierno utilizar la exploración que se venía realizando como parte de su campaña electoral, tal como lo habían diseñado. Pretendían dar -así lo hicieron inicialmente- su propia versión de las reuniones con el objeto de generar confusión y estimular contradicciones en el electorado opositor.
Los estudios de opinión reflejan una mayor propensión del votante opositor para concurrir al proceso, lo que significaría un rudo golpe a los planes del oficialismo, porque al reducirse la abstención a los parámetros tradiciones en este tipo de elección, las fuerzas democráticas obtendrán tanto una sólida mayoría en gobernaciones, como en el número total de votos.
La estrategia del gobierno tiene lógica, pero puede sin dudas ser derrotada, pese a todas las artimañas del CNE, porque la oposición constituye una amplia mayoría, el gobierno de Maduro y sus representantes regionales cuentan con inmenso rechazo, la clave de la victoria de las fuerzas democráticas está en la movilización y la participación que se logre el próximo 15 de octubre. La madurez con la que la unidad asumió los resultados de las primarias -con una sola excepción- demuestra el sentido trascendente del proyecto expresado en la Mesa de la Unidad, es de destacar la conducta de UNT en el Zulia y la de PJ en Aragua.
El gobierno en su estrategia para intentar “emparejarse” -tal como hemos descrito- cuenta con la abstención de sectores de la oposición, en contraposición como es obvio, la manera de contrarrestarla es precisamente el de propiciar la más alta participación. Al planteamiento estratégico del gobierno, también resulta sencillo el diseño y realización de los planes de la MUD, persuadir a los sectores confundidos de la necesidad de desarrollar -sin complejos- la acción en el escenario electoral. Ello es perfectamente posible y necesario para avanzar y despejar la ruta democrática para el cambio político.