De Uruguay a Panamá, y de allí al costero estado de Vargas, en el litoral venezolano, donde tras una estancia de tres días otro vuelo les llevará a la colombiana ciudad de Cúcuta, para luego volver a Venezuela por vía terrestre, reseñó EFE.
Parece el raro tour de una famosa banda musical, pero es el itinerario al que se ha tenido que ajustar la selección uruguaya de fútbol para llegar a San Cristóbal, en el fronterizo estado de Táchira, donde jugará ante Venezuela por la penúltima jornada de las eliminatorias sudamericanas.
“Se hacen muy difíciles, no solo para los futbolistas, sino para toda la gente que vive en el sur de Sudamérica, los viajes hasta acá. Son cada vez más difíciles a Colombia, a Venezuela, por frecuencias de líneas”, dijo el seleccionador uruguayo Oscar Tabárez en una conferencia de prensa previa al compromiso de este jueves.
La crisis económica que atraviesa Venezuela desde la caída de los precios del crudo -que tributa al país más del 96 % de sus ingresos-, ha mermado la oferta de conexiones aéreas en la nación.
Aerolíneas Argentinas, United, Air Canadá, Lufthansa, Alitalia, Latam, Tiara Air, GOL, Delta, Avianca y Aeroméxico han dejado de volar hacia Venezuela en los últimos años.
La escasa oferta de boletos afecta incluso los vuelos internos, con la estatal Conviasa incapaz de satisfacer la demanda de conexiones.
Además, la Celeste no pudo viajar de forma directa hasta San Cristóbal porque el aeropuerto de la zona no tiene “las condiciones” para recibir el vuelo chárter, reveló el seleccionador uruguayo.
Con todo, Tabárez restó importancia a los problemas que puedan ocasionar a sus futbolistas el largo viaje hasta San Cristóbal y resaltó el trabajo que realizó en el litoral venezolano.
“Nosotros acá pudimos hacer lo que supuestamente íbamos a hacer en San Cristóbal”, dijo.
En Vargas, Uruguay ocupó las instalaciones deportivas de un club social donde se entrenó hasta este miércoles.
Frente a la cancha, las laderas de una montaña cubierta de improvisadas y coloridas viviendas adornó el paisaje de Suárez, Cavani y compañía.
Y tras ese último entrenamiento, al mediar la tarde, el grupo inició la primera etapa de su viaje, que le llevará a Cúcuta, donde contará con la custodia de la Policía Nacional de Colombia para su llegada a San Cristóbal.
“Queremos agradecer este apoyo”, dijo Martín Lorieto, cónsul uruguayo en Colombia.
Para la Celeste, a la que un triunfo ante la Vinotinto le entregará su primer boleto directo a una cita mundialista sin atravesar la alcabala de la repesca, el complicado viaje podría traer premio con destino a Rusia.
En tanto, su rival de turno ya está eliminado, pero querrá “hacer respetar” su feudo, como dijo el guardameta titular del equipo, el juvenil Wuilker Faríñez.