Mueren cinco bebés en los últimos cuatro días en el hospital de Barinas

Mueren cinco bebés en los últimos cuatro días en el hospital de Barinas

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María Fernanda, Jonathan, Abril y Cristian. Esos son los nombres de cuatro de los cinco recién nacidos que murieron entre el 28 de septiembre y el dos de octubre en el Hospital Doctor Luis Razetti de la ciudad de Barinas, reseñó La Nación. 





María Fernanda Aguirre, quien murió el sábado 30 de septiembre, es una de las trillizas que nacieron la semana pasada con una condición de salud precaria y por la falta de una incubadora se produjo su deceso. María Victoria sigue en cuidados intensivos y María Gabriela mejora, pero todavía requiere de muchos medicamentos que su madre, una menor de 14 años, no puede comprar al precio de mercado negro cuando se consiguen.

La historia de las trillizas la cuenta María Ysabel Sanint, quien junto a un grupo de benefactoras se ha ocupado de buscar lo necesario para que las niñas sobrevivan a su prematuro nacimiento. Para su nacimiento la semana pasada, fue necesario un servicio público para conseguir las incubadoras, pero eso no valió, porque no fue posible encontrar los tres equipos especiales y esa, según afirma Sanint, fue la razón del fallecimiento de María Fernanda.

La lista de decesos en neonatología la encabeza un bebé prematuro de nombre Jonathan Paredes, quien murió el 28 de septiembre de un paro respiratorio. Le sigue María Fernanda y en cuidados intensivos murieron, en los dos primeros días de octubre, Abril Esmeralda y Cristian Jesús Rodríguez.

Otro niño que no aparece en los registros y que completa la lista de los cinco fallecidos tenía 23 días de nacido e ingresó a cuidados intensivos pediátricos con un severo cuadro de anemia y desnutrición que le produjo la muerte.

Carencia total

En medio de la frustración que le produce constatar que no hay ni las más mínimas condiciones para atender a los recién nacidos, María Ysabel relata que por muchos esfuerzos que hagan las enfermeras y los médicos, pocas son las probabilidades de salir vivos de la sala de neonatología o de cuidados intensivos pediátrica del hospital Razetti.

Refiere que elementales materiales como yelcos número 24, necesarios para ponerle las inyecciones intravenosas a los bebés, líquidos antisépticos para lavarse las manos y poder atender a los niños o medicamentos como antibióticos, vitaminas y ácido fólico brillan por su ausencia en esa área del hospital.

“No hay insumos de ninguna naturaleza; las parturientas y sus familiares deben llevar hasta el agua para bañar a los niños”, afirma.

Una persona que trabaja en ese centro de salud aseguró que la mayoría de los neonatos mueren por shocks sépticos. “Aquí más nunca se volvió a fumigar ninguna de las áreas del hospital, no hay agua; ya no hay desinfectantes para limpiar quirófanos, habitaciones o pasillos ni áreas específicas como neonatología, trauma shock y laboratorios”, aseveró.