Si quieres saber si algo funciona, compruébalo tu mismo. Eso es lo que debieron pensar los ingenieros responsables del desarrollo de los frenos del Leopard 2, un carro blindado desarrollado en Alemania en la década de 1970, cuando optaron por testear el sistema en primera persona, reseñó ABC.es.
Dispuestos a demostrar su infalibilidad, los 22 ingenieros decidieron colocarse en una carretera de espaldas al Leopard, un vehículo de 59.700 kilogramos, mientras éste se acercaba a toda velocidad.
Por fortuna, el Leopard, según se muestra en un vídeo subido a YouTube, se comportó de forma impoluta, quedando detenido a pocos centímetros y sin causar nada más que algún -comprensible- gesto de nerviosismo entre los ingenieros.