Sí, la parte emocional suele ser la más afectada cuando se habla de infidelidad ya que se pierde la confianza en la otra persona y nace un sentimiento de rencor y decepción que no siempre se logra superar, reseña Soy Carmin.
Sin embargo, cuando una mujer decide dejar de lado ese conflicto emocional y da una segunda oportunidad a su pareja, no toma en cuenta los peligros a los que se expone al intimar con un hombre que le ha confesado haber tenido una o varias aventuras sexuales.
Las cifras son claras y alarmantes, según lo declarado por la ONU 8 de cada 10 mujeres infectadas con VIH y SIDA son casadas, un indicativo claro de que la promiscuidad y la infidelidad son algo común en muchos matrimonios y que las mujeres no se están cuidando a sí mismas desde el plano de salud sexual.
Cuando hay conocimiento de que tu pareja tuvo otras parejas sexuales antes o durante tu relación, lo mejor es recurrir a una evaluación médica profesional.
Es momento de dejar las penas por un lado y empezar a ver por nuestra propia salud, esto no solo se trata de lo “buena” o “mala” que puede ser la infidelidad, sino de los riesgos de perder la vida misma.