La imposición de condiciones injustas no justifica dejar de luchar por cambiarlas, especialmente en el terreno electoral. Sobre todo, cuando sabemos que donde se produzcan votaciones masivas no habrá carnet del hambre ni plan república que valga.
Pero una parte de la oposición traslada la hora loca al ámbito electoral. La incoherencia muestra su costura: sostener que está cerrada la vía electoral para justificar la abstención de hoy y llamar a prepararse para ir mañana a una elección presidencial.
El error de hacerle un vacío a las elecciones tendrá mayores consecuencias catastróficas si la ceguera dirigente extiende su abstención al rechazo de principio de una negociación entre la oposición y el gobierno. ¿Quién va a establecer los cambios requeridos en el sistema electoral? ¿Acaso se pretende dejarlo en manos de factores internacionales?
Más allá de actuar para evitar que un municipio se sume al territorio rojo, estamos votando para elegir cuál es la vía que los venezolanos prefieren para abrir un proceso, complicado y conflictivo, de transferencia del poder de este régimen a uno democrático. Votar es respaldar el mantenimiento y la innovación de una estrategia democrática, constitucional, electoral y pacífica. El que quiera transitar otra vía que ponga la primera piedra.
Votar es una exigencia de coherencia, un mandato a recomponer una unidad plural por encima del interés partidista pequeño. Un llamado a redefinir a la oposición más en términos del programa de reconstrucción del país que en torno a un líder único o un candidato presidencial.
Hay que parar el juego chocón de las agendas individuales y favorecer la descentralización del poder y del liderazgo. Esta es una perspectiva que ofrece la elección de Alcaldes.
Durante el año 2017 la estrategia del gobierno fue exitosa y la MUD no logró sus propósitos. Este hecho nos obliga al análisis de las causas que están bloqueando mejores resultados en una sociedad que rechaza mayoritariamente al gobierno.
No podemos cerrar el año regalándole una victoria al poder comunista y dejando a los ciudadanos que libren esta lucha sin el apoyo de los principales partidos. Esa falta de solidaridad con la gente se sumará a los motivos de desafiliación con la MUD y los partidos.
No ayudemos a que Maduro avance en su huida hacia el pasado, a la instalación de una sociedad sin partidos, sin elecciones libres y sin una oposición social y política. No aflojemos ni entreguemos, dejemos que el gobierno resuelva y pague la vulneración de los derechos.
En lo que a mi respecta, seguiré a mi conciencia adonde ella vaya.
Volveré a votar. Y si estoy equivocado, estoy seguro que perderé menos que si me quedara a mirar lo que pasa.
@garciasim