El gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó que 26 personas murieron en el tiroteo iniciado este domingo por una persona en un iglesia baptista de Texas, y que ha dejado además decenas de heridos.
EFE
En una rueda de prensa en San Antonio, Abbott dijo que el tiroteo ocurrido en el templo First Baptist Church, en Sutherland Springs, es “la peor matanza registrada en la historia del estado”.
“La tragedia es peor porque ocurrió en una iglesia durante un oficio religioso”, lamentó el gobernador.
Las autoridades señalaron que las edades de las 26 víctimas oscilan entre los 5 y 72 años de edad, una de las cuales es Annabel Pomeroy, la hija de 14 de años del pastor de la iglesia Frank Pomeroy, quien se lo confirmó a ABC News.
Las autoridades señalaron que se investiga si el atacante, que pereció poco después del tiroteo, pertenecía a una organización criminal y solo se dio a conocer que era un hombre de poco más de 20 años de edad.
Aunque las autoridades no revelaron el nombre del atacante, varios medios estadounidenses lo han identificado como Devin Kelley, un hombre blanco de 26 años que murió después de una breve persecución.
Freeman Martin, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, señaló en la rueda de prensa que el atacante vestía completamente de negro y portaba un chaleco antibalas.
El oficial agregó que sobre las 11.20 hora local (17.20 GMT), momento en que se celebraba en la pequeña iglesia un oficio religioso, el atacante fue visto en una estación de servicio y poco después entró y disparó con un rifle semiautomático.
Producto de los disparos, 23 personas murieron en el interior de la iglesia, dos más en el exterior y una posteriormente en un hospital local.
Tras el tiroteo, el atacante se enfrentó con un vecino que al escuchar los disparos cogió su rifle y disparó al autor de la matanza.
Poco después, en el interior del vehículo del tirador se encontraron varias armas.
El alguacil del Condado Wilson, Joe Tackitt, dijo que las víctimas no ha sido identificadas todavía pero antes de hacer públicos sus nombres han de informar a sus familiares.
Audrey Lewis, fiscal de distrito en el condado Wilson, dijo que no hay “una amenaza latente” en el área.
Las autoridades no informaron si el atacante pereció por disparos de la policía o se quitó la vida.
El presidente de EEUU, Donald Trump, que se encuentra de gira en Japón, dijo que estaba siguiendo desde allí la situación en el pueblo de Sutherland Springs y, según portavoces de la Casa Blanca, ya habló con Abbott.
“Que Dios esté con el pueblo de Sutherland Springs, Texas. El FBI y las agencias de la ley están sobre el terreno. Estoy siguiendo la situación desde Japón”, escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter desde Tokio, donde eran poco más de las 05.00 hora local.