El grandeliga Junior Guerra es un brazo más que respetable en la LVBP. Viene de dos años en las Mayores y posee uno de las rectas de dedos separados más elogiadas del béisbol. Leones del Caracas salió a atacarlo temprano y tratar de aprovechar cualquier pestañeo detectable para sacar alguna ventaja. El plan funcionó.
Los melenudos le anotaron tres carreras al abridor de Tiburones de La Guaira en el primer inning y abrieron la senda de la victoria que desembocó en una pizarra de 8 a 4, en el Estadio Universitario, que este martes le perteneció a los escualos.
Las rayitas permitidas por Guerra fueron producidas por un doble de Wilfredo Tovar, un sencillo de Félix Pérez y otro de Henry “Pollito” Rodríguez.
“A Junior teníamos que atacarle la recta temprano porque tiene un splitter bastante difícil de batear”, señaló el manager Mike Rojas. “Hemos jugado bien todas las semanas y es bueno arrancar una nueva con una victoria. Fue un buen trabajo de todo el equipo”.
Guerra apretó después de los tropiezos en el inning inicial. Mejoró tanto que no permitió más carreras en los otros cinco episodios que trabajó, pero eso no le bastó para esquivar el revés que le fue apuntado a su récord personal. Aunque el grandeliga se vio bien, el estadounidense Seth Frankoff lució mejor en los 5.0 capítulos que estuvo en la lomita.
“Solo salí agresivo. Carlos Pérez (su receptor) y yo estuvimos en la misma página. Tratamos de forzar contacto temprano y dejar que la defensiva hiciera su trabajo”, explicó el serpentinero ganador, que regresará a Estados Unidos por el nacimiento de su hija y ve difícil su regreso. “Fue una buena experiencia, muy divertida. El año pasado me gustó, pero esta vez me gustó más porque el equipo está ganando, no tengo quejas”.
Frankoff toleró las dos anotaciones fabricadas por un doble de Ozney Guillén, en el segundo acto, y un cuadrangular de Isaías Tejeda, en el cuarto.
Leones volvió a aprovecharse de Tiburones en el séptimo pasaje con cinco rayitas. Tovar impulsó una con un hit, Pérez dio un tubey, Alexander Palma también dio un batazo de dos bases, y “Pollito” Rodríguez remolcó otra con un imparable. Fue un juego importante para este último, pues defendió la inicial, lo que significó su primer compromiso en la defensa esta campaña.
“Hablé con el manager y le dije que no tenía problemas de jugar en la primera o tercera. Solo salí a adaptarme. No es difícil ser un designado todo el tiempo, por eso me sentí un poquito más metido en el juego, creo que me ayudó eso”, comentó. “Los batazos salieron. Salí a hacer swing y atacar los pitcheos más cercanos. Eso es lo que sé hacer”.
Con información de LVBP