Rafael Ramirez, quien hasta este marte fuera el Embajador Representante Permanente de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidad (ONU), expresó en su carta de dimisión que esta decisión resulta “muy difícil”, especialmente cuando Venezuela atraviesa una situación de crisis político-económica donde el frente internacional ha adquirido una relevancia extraordinaria.
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Por lo que hizo un llamado a “la necesidad de una profunda revisión y en retomar el sendero” del presidente fallecido Hugo Chávez. Así como también, afirmó que “no quisiera imaginar que ahora arreciarán los ataques y los vilipendios por expresar mis opiniones y fijar una posición de alerta”.
Ramirez enfatizó, en varios párrafos de la extensa carta de renuncia (4 páginas), que esta decisión también viene tomada del Presidente, por lo que no ha tenido “otra opción”. Igualmente, recalcó que no reconocer los aportes que el sector petrolero realizó durante más de una década, “es solo producto de un cálculo político egoísta y mezquino”.
Más adelante en la carta, también reveló que dadas las limitaciones a las que ha sido sometido, se vio obligado a expresar sus opiniones en público, “después de expresarlas insistentemente en los espacios políticos correspondiente”.
Del mismo modo, dijo que al agredirlo en lo personal, afecta la unidad de las fuerzas revolucionarias y el legado del Comandante Chávez”. Concluyendo que espera que prevalezca la ponderación en el manejo de situaciones tan complejas para país.