Andrés V. F., conocido por sus amigos con el apodo de Capi, protagonizó en diciembre de 2015 el incidente más sonado de la campaña para las penúltimas elecciones generales en España al propinar un bofetón al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dejándole la cara morada y las gafas en el suelo y rotas. Desde entonces está internado en un centro de menores, pero esa reclusión tiene los días contados, pues el próximo 15 de diciembre saldrá en libertad, reseña El Mundo.
El joven, natural de Pontevedra, la que Rajoy considera su ciudad, tenía 17 años en el momento de la agresión y cumplió la mayoría de edad tan sólo tres meses después, en marzo de 2016. En todo caso, fue juzgado y condenado siguiendo la legislación de menores y se le impuso una pena de dos años de internamiento en régimen cerrado y un año más de libertad vigilada.
La agresión al presidente del Gobierno durante un paseo electoral por Pontevedra se produjo el 16 de diciembre de 2015 y al día siguiente el joven fue internado como medida preventiva en el centro de menores más estricto de los que existen en Galicia, el de Monte Ledo, en Ourense.