Se necesita 5.000 millones de dólares para la refinería de Cienfuegos. Según reportes oficiales, la planta está refinando unos 24.000 barriles diarios, en lugar de los 65.000 barriles para los que fue diseñada.
Por Mario J. Pentón para 14yMedio
Corría diciembre de 2007 cuando Hugo Chávez, en compañía de Raúl Castro y una decena de mandatarios del Caribe, celebraron la cumbre de PetroCaribe en Cienfuegos. Para esta ciudad de 200.000 habitantes que Fidel Castro quiso convertir en el corazón industrial del país, la reactivación de la refinería Camilo Cienfuegos, paralizada desde su construcción en 1989, era un motivo de regocijo.
“Es una joya Cienfuegos y su refinería. Sirva esta joya como estímulo para los que duden. Sirva como ejemplo para los que teman. No estamos en tiempos de temores, no estamos en tiempo de dudas. Este es un ejemplo”, dijo Chávez en su discurso inaugural.
Por aquellos días miles de personas salieron a las calles espontáneamente a recibir a un enardecido presidente venezolano, heredero político del convaleciente Fidel Castro, con los bolsillos repletos de petrodólares para construir aquello que los soviéticos habían dejado a medias.
“Aquí vamos a montar un gran polo petroquímico para impulsar la agricultura, el desarrollo, la producción de alimentos”, remarcó Chávez. Diez años y más de un centenar de millones de dólares después, solo queda una industria semiparalizada y no rentable en Cienfuegos y, según trascendió esta semana, incluso el 49% de las acciones venezolanas en la industria han sido absorbidas por la parte cubana desde agosto como cobro por deudas atrasadas de Caracas.
“Temíamos desde hacía meses que esto ocurriera (el traspaso total a la parte cubana). La situación de la refinería era muy inestable porque apenas recibimos crudo de Venezuela. Se llegó a procesar incluso crudo de Argelia, pero no se llegaban a los mínimos para los que la industria fue creada”, explica un ingeniero de la planta a 14ymedio.
Según reportes oficiales, la Camilo Cienfuegos está refinando unos 24.000 barriles diarios, en lugar de los 65.000 barriles para los que fue diseñada. Esta situación se debe a que Venezuela, por su crisis interna y la disminución de su producción petrolera, no ha podido cumplir con sus compromisos hacia Cuba. A finales de octubre, Venezuela extraía un poco más de 1,8 millones de barriles al día, mientras en 2015 la producción rebasaba los 2,3 millones de barriles.
La producción cubana de petróleo también ha decrecido, al pasar de 3 millones en 2011 a 2,8 millones según los últimos datos brindados por el Gobierno.
“Venezuela hizo una gran inversión en la refinería. Se buscaba crear un polo petroquímico para el Caribe. Cienfuegos iba a ser el centro del envío de combustible venezolano a toda la cuenca, pero esos son proyectos del pasado”, cuenta el ingeniero, que viajó en varias ocasiones al país bolivariano para cursos de formación en PDVSA.
Todo esto ocurría mientras el barril de petróleo estaba entre 80 y 120 dólares. Fueron años de bonanza en Venezuela. Se hablaba incluso de un proyecto de inversión conjunta de 5.400 millones de dólares para ampliar la capacidad de refinamiento de la Camilo Cienfuegos hasta los 165.000 barriles de petróleo al día, la puesta en marcha de una base de supertanqueros en Matanzas y la reactivación del oleoducto entre ambos puertos.
Entre las industrias que se proyectaron en La Perla del Sur estaban las fábricas depetrocasas, de fertilizantes y de pinturas. Se hicieron estudios para dragar y ampliar el canal de entrada de la Bahía de Jagua para adaptarlo al incremento del tráfico marítimo que se estimaba que crecería entre un 67 y un 169%. También se planificó construir una base de supertanqueros a las afueras de la bahía, pero los proyectos se frustraron cuando el precio del crudo se desplomó.
“La refinería no es rentable si no se lleva a cabo el proceso de inversiones. Se necesitan más de 5.000 millones de dólares para eso y ahora mismo no parece que nadie quiera invertir”, explica el ingeniero, quien afirma que incluso países aliados como China han desistido en el intento.
“Hasta el momento los trabajadores de la empresa Cuven-Petrol se mantienen con el mismo salario y los niveles de estimulación que tenían cuando estaba PDVSA, pero no sabemos cuánto tiempo pueda durar eso”, agrega, preocupado. La plantilla de la fábrica es de 1.049 empleados.
El director ejecutivo de Rosneft, Ígor Sechin, manifestó este lunes en La Habana el interés de esta compañía estatal rusa por estudiar la participación en la modernización de la refinería de Cienfuegos, pero el ingeniero no cree que esa iniciativa se materialice.
“Cienfuegos tiene de herencia tres elefantes blancos de la época del gigantismo industrial soviético, todos hechos en la década de 1980: la termonuclear de Juraguá, la refinería y la fábrica de cemento. Se proyectaron como pilares del desarrollo del país, pero hoy dan más dolores de cabeza que beneficios”.