Una San Cristóbal convulsionada por la falta de gasolina se vivió este viernes, con trancas que produjeron congestionamiento y colapsaron varios sectores de la ciudad, colas kilométricas y hasta riñas por los “coleados” y entre quienes cerraron las vías y quienes requerían el derecho de tránsito establecido en la Constitución Nacional; e incluso, una usuaria acusó del cierre a supuestos “pimpineros” o contrabandistas de gasolina. Así lo reseña lanacionweb.com
Por Marina Sandoval Villamizar
Desde temprano se escuchó el rumor de bloqueo de vías tanto en las adyacencias de las estaciones en la zona alta, específicamente en Barrio Obrero, como en la parte baja, como la autopista Antonio José de Sucre, la avenida Cuatricentenario, la Libertador, Las Lomas y en La Concordia, aunque en esta última parroquia de la capital tachirense no hubo cierre por iniciativa de la gente, sino alharaca, gritos, en rechazo a los colados, donde en contraposición con el jueves, no se vio fuerte presencia militar; lo que trancó las calles fue el exceso de carros y motos, que incluso circulaban en contravía a pesar de la presencia policial; es decir, hubo anarquía total.
Un efectivo de la policía afirmó que en La Concordia no hubo protestas; y cuando se le preguntó a qué se debía la aglomeración de gente en la salida de una de las bombas de la parroquia, señaló que por los “coleados”. “¿Y para eso no está la Guardia?”, se le preguntó y respondió que “el viernes nos quitaron las bombas y dejaron el ‘pelero’, y ahí no se puede hacer nada porque es el administrador de la bomba y los dueños, que dicen que son familiares y amigos”.
Desesperación porque no llegó la gandola
La desesperación de la gente por combustible la lleva a recorrer la ciudad y según se conoció, hasta en las designadas para prestar servicio las 24 horas, como fueron La Machirí, entre Los Agustinos y la Zona Industrial de Paramillo, la Sucre en la autopista y La Rotaria, no les llegó combustible al parecer, porque por la escasez del producto ya no lo estaban trayendo de la planta de llenado de El Vigía, Mérida, sino de Bajo Grande, estado Zulia, de donde la bombean para el estado andino, sino que los transportistas de combustible estaban cargando directamente de la región zuliana, lo cual tarda más tiempo.
Una monja se bajó en una estación de servicio a pedir le permitieran llenar el tanque de su camioneta, pues les informó a quienes hacían cola que de ese viaje dependía la comida del día para los señores de la tercera edad que atienen en el geriátrico que dirige.
No obstante, en las demás bombas de la ciudad surtieron a los carros y eran cerradas en la medida en que se iba acabando. Sin embargo, no en todas llegaron gandolas y eso fue precisamente la causa del cierre de vías de este viernes, como fue el caso de la bomba de la avenida Libertador, donde Soraly Pérez explicó que llegó de Caracas para pasar la Navidad con su familia y llegó sin gasolina, por lo que el jueves a las cinco de la tarde empezó a hacer cola, quedando precisamente en la esquina de la intersección de la Libertador con la calle principal de la Zona Industrial de Las Lomas y la avenida Bolívar, y desde entonces no ha llegado el combustible.
De allí que se internaron en el parque Cristo Rey, de donde a las ocho de la mañana sacaron cauchos, troncos y chamizos, porque el supuesto administrador de la bomba les dijo que en la mañana llegaría la gandola. Otro ciudadano dijo que a las diez y media acababa de hablar con el representante de esa estación, quien le dijo que “si acaso después del miércoles”.
Y mientras continuaban con la tranca, Pérez les exigió que abrieran el paso, “porque con trancas, en las guarimbas se demostró que no se soluciona nada, eso se soluciona con votos”. Precisamente fue en esa manifestación donde otra usuaria expresó rechazo y acusó a quienes trancaron la intersección de ser “pimpineros” (contrabandistas de gasolina). La respuesta de los usuarios fue de risa y la situación continuó con la incertidumbre, pues a medida que pasaba el tiempo, los rumores indicaban que gasolina no iba a haber hasta después del veintisiete.
No se sabe cuándo llegará
La protesta en los demás lugares había terminado a las diez de la mañana, al parecer cuando le dijeron a la gente que no había gasolina y que la gandola, al menos por ese momento, no iba a llegar. En Barrio Obrero, la gente cerró la vía en la carrera 23, y lo hizo atravesando en la calle cauchos y bolsas de basura acumuladas; y al terminar la protesta, rotas las mismas quedaron regadas en esa carrera y el Pasaje Acueducto por donde pasa la cola para la Texaco de la zona, quedando una especie de basurero público.
La expectativa sobre el abastecimiento de gasolina era grande, pues según trascendió extraoficialmente -oficialmente no hay información-, ayer apenas iban a llegar tres gandolas al Táchira; y después del 27 volverían a llegar a otras estaciones, aunque de cualquier modo, lo mejor era hacer “buen uso, racional” del combustible quienes lograron tanquear, pues al parecer lo más probable era que tenían que esperar hasta enero.