Cercana la fecha para la elección de la junta directiva de la Asamblea Nacional, la Fracción Parlamentaria 16-JULIO considera tanto o más importante que la propia selección de esta, trabajar en una agenda legislativa que privilegie la transformación, la estabilidad y la democratización de la sociedad a través de la formación de ciudadanos socialmente comprometidos con estos principios. Al respecto, la diputada Dignora Hernández destacó que, la universidad venezolana es la piedra angular para lograr este propósito, por lo que cree debe atenderse con urgencia su actual situación.
Nota de prensa
Para la Diputada y docente de Ciencias Sociales “Urge abordar los problemas cruciales del país, más allá de la alusión retórica y efímera de una sesión. La autonomía y el destino mismo de la universidad venezolana reclaman un compromiso sincero, real y eficaz del parlamento. Por ello, entre otros aspectos, nuestra fracción impulsará una definida iniciativa orientada a la denuncia y acompañamiento de toda la problemática de la educación superior, el déficit presupuestario, la deserción estudiantil y docente, así como la necesidad de que ella (la Universidad) se eleve por encima de las dificultades impuestas por una dictadura que le teme al conocimiento, al ejercicio ciudadano y a la reflexión crítica”.
La sub jefa de la Fracción 16 de Julio estimó que la dirigencia genuina de las universidades debe contar con el apoyo de todos los diputados, por lo que el debate serio y consecuente sobre su situación deberá ser materia de urgencia en la Agenda Legislativa de este nuevo periodo parlamentario en el que considera debe propiciarse un encuentro continuo de trabajo con las autoridades y gremios para la búsqueda de soluciones inmediatas. Es imperativo ” la articulación de esfuerzos dentro y fuera del país para afrontar el drama de una dictadura desalfabetizadora, atrás debe quedar la visión utilitarista e interesada en la cual las universidades solo son llamadas por la dirigencia para refrendar documentos y respaldar posiciones sin que se dimensione su función social”
Finalmente Hernández acotó que: no puede olvidarse que en las universidades germinan los conocimientos científicos, tecnológicos y culturales que sumado a un sólido esquema de valores contribuyen a la formación de ciudadanos comprometidos con los cambios que demanda la sociedad, de allí que cualquier iniciativa orientada al logro de estos objetivos debe necesariamente generar las condiciones para que estas casas de estudios cumplan apropiadamente con su propósito: “En las actuales circunstancias no se trata solamente de elegir una nueva directiva de la Asamblea Nacional, sino de conocer el verdadero propósito de esta al frente del parlamento, resulta por tanto necesario construir un programa legislativo serio que involucre a todos los sectores de la sociedad, en especial a las universidades, mas allá de “la foto” en la consulta, la toma de decisiones y la acción permanente , solo esto permitirá contar con la confianza suficiente para asumir con éxito el reto histórico de conducir la transición democrática de Venezuela durante este 2018.