ALTO
¡EL ENEMIGO…!:
Desde su comienzo el “comandante eterno” comenzó a buscar enemigos a quien enfrentar para irse creando la épica que no tuvo cuando el golpe del 4F al tener que rendirse a las Fuerzas Armadas que mantuvieron la vigencia de la constitución. El “imperio” siempre fue el preferido por el retador caudillo militar que se sintió guapo y apoyado por un barril de petróleo que pasó la barrera de los $100 y que le permitió repartir dólares por el mundo entero buscando apoyos -sin cuestionamiento alguno- y por supuesto asignar recursos petroleros a las varias misiones creadas para hacer dependiente del gobierno a una mayoría de venezolanos que por unos años tuvieron mejores índices de ingresos y de algunas de sus condiciones de vida. Igualmente ello trajo la corrupción que el mismo comandante denunció –sin hacer seguimiento alguno- desde la creación de los consejos comunales y las distintas misiones que gozaron desde el PSUV con ese efímero “festín de Baltazar”. Siempre sostuve que Chávez, cuando vio que su proyecto era inviable y los ingresos petroleros comenzarían a caer, sus erradas políticas desmantelarían el país, sin el dispendio al que se acostumbró, dio permiso para la corrupción militar y civil para lograr su apoyo incondicional. Ya había comenzado, tras el golpe de 2002, a elucubrar atentados en su contra que nunca cuajaron, no fueron investigados, no aportaron pruebas, produjeron si un par de muertos. El sainete revelaba que buscaba morir antes de ver su fracaso. Esta vez los deseos si empreñaron, no en la tierra sino en el cielo, pues muere cuando ya el fiasco era palpable. Maduro recibe un país destartalado pero sigue el peor camino posible aumentando el caos, la pobreza, el hambre, las enfermedades desaparecidas hace 80 años retornan con mas fuerza al no haber medicamentos y el desmantelamiento institucional se acentúa. El sucesor se las ha visto peor que su mentor criollo y mucho más que sus mentores castristas. Utilizando la misma receta ha buscado “enemigos y atentados” por distintas coordenadas. Desde el imperio estadounidense (renglón fijo cubano) hasta los gobiernos de Colombia (el mas denigrado y repetitivo) España, Francia, Argentina, Perú, Brasil, México, Gran Bretaña y otros más dependiendo de su momento histriónico. El tema de la “guerra económica” (sus palabras certifican que la han perdido sin poder hacer nada los uniformados y ministros encargados del área) y del contrabando de extracción son premisas discursivas sin llegar a nada. Blablá para las masas. Solo pensar que vamos para 19 años viendo pasar –con estupor- las gandolas llenas de gasolina a Colombia (algunas llevan el logo de PDVSA) bajo la mirada complaciente de los militares encargados de las fronteras da una imagen del contubernio rojo entre civiles y uniformados “autorizados” desde el poder máximo. Buscando nuevos derroteros se le ocurrió acusar a las antillas vecinas – Curazao, Bonaire y Aruba- de participar en el contrabando de extracción de alimentos. El refrán aplicable es el de “llevar chivos para Coro” pues esas tres islas tienen comida abundante gracias a su intercambio comercial con Estados Unidos y Europa. Si no que lo digan funcionarios y enchufados que hacen mercado semanal en ellas adonde llegan en aviones propios, en los asignados graciosamente por la ONA o en aeronaves oficiales. La brillante idea gubernamental no reparó en las consecuencias para un sector de la economía nacional que cada día que pasa se encuentra en peores condiciones: la aviación comercial …
MEDIO
¡SE VA EL AVIÓN¡:
Las Antillas –independientes y ligadas a Holanda- respondieron con estupor al cierre de las fronteras sin aviso por parte de Venezuela. Sintieron un desplante que muchos achacaron a los problemas financieros o de licencia que el gobierno de Maduro confronta con respecto al terminal de PDVSA en Bonaire, la refinería ISLA de PDVSA en Curazao o la que conjuntamente con CITGO está tratando de reactivar en Aruba. No fueron esas las razones. Son muchos los enchufados que tienen propiedades en ellas y que se vieron afectados por las medidas. Sin embargo la gran perdedora es la aviación nacional, ya en situación crítica ante la falta de dólares preferenciales, los repuestos necesarios y los constantes aumentos salariales sin ningún estudio de factibilidad por las autoridades financieras o del trabajo. La confianza de esas islas -Curazao y Aruba- en Venezuela y sus empresas aéreas se perdió con esa “puntada presidencial”. Final de vacaciones navideñas donde estaban contemplados varios eventos en hoteles (incluyendo 3 matrimonios) programados con anticipación hasta de un año. Conexiones de turistas de otros países vía Caracas, Valencia o Maracaibo que alimentan de dólares a las sufridas empresas criollas, dándoles un respiro ante la apetencia roja que ha comprado hasta empresas del sector. Colombianos viajando a través de Venezuela para las Antillas dejando moneda fuerte en su tránsito venezolano y utilizando la ruta por Margarita recién comenzada. Aeropuertos colapsados ante la cancelación de vuelos de Avior, Laser, Aserca, Venezolana, Santa Bárbara y Rutaca. Venezolanos sin divisas para afrontar mas días de hotel fuera de sus reservas o con las penalidades de las aerolíneas. Empezar de nuevo les toca para recuperar esa confianza perdida. Mientras Maduro ve extracción de “alimentos” nadie de su régimen le señala la verdadera y dañina extracción del cobre de los cables de las empresas telefónicas, cableras, de servicios de internet y hasta de electricidad que a diario salen por toneladas por las fronteras nacionales “militarizadas”. El enemigo no fumea por allá. Esta adentro y muy bien enquistado en el control absoluto de las finanzas, el que ensaya y erra con demasiada frecuencia causando irreparables daños al bolsillo y la salud de los ciudadanos de a pie. El enemigo está a su lado. No allá de las fronteras.