Cientos de venezolanos se han reunido hoy domingo en la céntrica Plaza de Ópera, de Madrid, para reiterar las denuncias de violaciones de Derechos Humanos ejecutadas por el Gobierno de Maduro. La respuesta colectiva ha surgido luego de la reciente matanza en El Junquito, encabezada por fuerzas del Estado contra un grupo de civiles y expolicías sublevados y liderados por el comisario Óscar Pérez.
Por Carlos Moreno / Madrid
En el suelo de Plaza han puesto cruces negras adornadas con la bandera de Venezuela y el nombre de todos los integrantes del grupo en rebeldía muertos en un ataque descomunal donde se les negó la oportunidad de entregarse, pese a una rendición transmitida en vivo y directo por las redes sociales del mismo Pérez.
Antonio Ledezma, exalcalde del Distrito Capital, y quien logró escapar de su régimen de casa por cárcel en Venezuela hacia España, denunció la sistemática violación de los Derechos Humanos en el país y advirtió sobre la necesidad de acabar con las tentativas personales de una candidatura para las presidenciales en Venezuela cuando no existen garantías y continúa activa la invasión cubana.
“Es urgente salvar a Venezuela de la invasión cubana que tiene hoy más de 30 mil efectivos operando y rescatarla de las manos de quien fue incapaz de gobernar el país en tiempos de abundancia, y que menos podrá hacerlo en tiempos de crisis. La intervención humanitaria está más que justificada en el marco del derecho internacional”.
En las últimas horas, el caso de Óscar Pérez y el grupo rebelde, se ha tornado aún más dramático por las órdenes escandalosas del Gobierno de sepultar al sublevado y a varios de su grupo sin el consentimiento de sus familiares directos que no tuvieron el derecho de velarlos. Pérez fue enterrado en una de las zonas de más difícil acceso al Cementerio de Este en Caracas.
Pero esta escena, que ha resultado una alarma extrema para la comunidad internacional, es solo un manifiesto más de los procederes de la administración Maduro desde Miraflores, quien se ha negado a abrir canales humanitarios para la entrada de alimentos y medicinas en medio de una graves crisis nacional, ha arreciado con el encarcelamiento de protestantes venezolanos, carga con el fatídico número de 157 ciudadanos asesinados a mediados de 2017 y mantiene a una oposición política diezmada a punta de condiciones electorales estrictamente diseñadas por su Gobierno.
Para Maduro Óscar Pérez y su grupo no eran más que terroristas pagados con fondos del extranjero para derrocar a su Gobierno. Diosdado Cabello, el segundo hombre fuerte del régimen fue más allá y aseguró que la misión de Pérez y su comando era la de asesinar a Maduro.
Cristina Álvarez, coordinadora del Foro Penal Venezolano en Madrid: “Desde que comenzaron las protestas se han detenido a más de 11 mil venezolanos”, afirmó durante su intervención en la protesta organizada por el movimiento Soy Venezuela, la Asociación Española Venezolana por la Democracia (Aseved) y la Asociación de Pensionados y Jubilados de Venezuela en Madrid.
Leopoldo López Gil, padre de Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, preso en Venezuela. “Hay que honrar a estos sacrificados que han dado sus vidas por Venezuela, y los que estamos vivos debemos seguir orando y luchar por tener la oportunidad de recuperar la libertad y la justicia en Venezuela”.
Nota de prensa
