Militantes atacaron el lunes un puesto en las inmediaciones de una academia militar en Kabul, la capital afgana, y mataron a 11 soldados, en el cuarto ataque más grande en los últimos nueve días de violencia en el país, que pone en cuestionamiento una nueva estrategia estadounidense más agresiva.
Cinco hombres armados atacaron un puesto cerca de una de las principales academias militares de Afganistán el lunes, con un saldo de 11 soldados muertos y 15 heridos, antes de ser neutralizados, dijo el Ministerio de Defensa.
Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad por el ataque cerca de la academia militar de Marshal Fahim, en las afueras al oeste de Kabul, en que cuatro de los hombres armados murieron y uno fue capturado.
El ataque tuvo lugar dos días después de que más de 100 personas murieron cuando explotó una ambulancia en el centro de la ciudad y poco más de una semana después de otro atentado en el Hotel Intercontinental, donde fallecieron más de 20 personas.
Ambos hechos fueron reivindicados por los talibanes.
Funcionarios del Ministerio de Defensa dijeron que cinco militantes, armados con lanzacohetes y rifles automáticos, atacaron el puesto cerca de la bien defendida academia justo antes del amanecer.
Los ataques han presionado al presidente Ashraf Ghani y a sus aliados estadounidenses, que han manifestado una creciente confianza en que una nueva estrategia militar más agresiva ha logrado expulsar a los insurgentes talibanes desde grandes centros provinciales.
Los talibanes han desestimado sugerencias de que han sido debilitados y dijeron que la bomba del sábado fue un mensaje al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.