Cuando jugaba basquetbol, existía una forma de denominar a aquellos jugadores que no defendían la cancha propia sino que permanecían en la cancha contraria, esperando cómodamente un pase que los hiciera anotar fácilmente tras el esfuerzo y el sudor ajeno: El Caza Güire.
Hoy recuerdo esa denominación viendo el surgimiento de los Caza Güire de la política. Gente que no recorre ni el país, ni el estado, ni su propio municipio, dándole cabida a candidaturas presidenciales fuera de los partidos, fuera de quienes han enfrentado a la dictadura durante 18 años y que tal candidatura no se manifieste por una elección en primarias, sino por selección acrítica, como si al Presidente de la República se le eligiera por encuestas o por algún concurso de belleza y/o simpatía antes que por votos.
No solo lo digo por los candidateados, sino por los candidateantes. Todos los conocemos, gente que no construye partidos, no gana elecciones, no pega una en la opinión pública y al verse cercados por su propia insignificancia, aplaude a los Caza Güire para intentar ganar por doblete. Su eslogan: “Si es mi outsider, yo me monto en la ola. Si no lo es, me voy a la antipolitica criticando a los colaboracionistas”.
Lo peor, el trabajo que permitirá tener condiciones electorales aceptables, la validación de partidos, la negociación con verificación internacional en República Dominicana (indiferentemente de sus resultados) y la organización de primarias. En eso no se involucran. Eso seria defender la cancha propia y no les interesa arriesgarse, lo de ellos es estar cerquita del aro contrario, que los venezolanos los vean como salvadores, sin ápice de golpes en la opinión pública en la que están los aguerridos dirigentes de la MUD. Es la política a modo de voracidad financiera, disminuir al máximo los costos y elevar exponencialmente las ganancias.
Ahora bien, es un delito su comportamiento? Pues no. El Caza Güire ha existido, existe y existirá, el asunto clave es descubrir a tiempo esas prácticas que afectan el juego colectivo. La democracia no llegará por una asistencia mágica y los riesgos de cometer errores hoy son muy grandes como para poner al país en manos de advenedizos. Ya el país lo hizo con el militar Hugo Chávez y un cogollo económico lo hizo con el empresario Carmona y los resultados los vemos a diario.
Engelbert Rivero Montenegro
Secretario de Asuntos Municipales
C.E.S AD Carabobo
@engelbertrivero