Amanecerá una Venezuela desplegando toda la energía creadora que hemos acumulado. Nunca antes tanto talento, experiencia y ganas se habrán combinado para reconstruir una Nación. Será un proceso arduo, delicado, complejo y apasionante. Nunca, en tan corto tiempo, se definirá un destino tan largo. Tendremos la inmensa responsabilidad de, juntos, por fin, hacer las cosas bien.
Una vez que se ha cerrado el vergonzoso capítulo del fracasado diálogo, los venezolanos y el mundo avanzamos por la única ruta que permitirá la dimisión de la dictadura y el inicio de la Transición; que es la del incremento continuo de la presión social e internacional hasta el punto que Maduro tenga que aceptar su salida.
Esa energía que hemos invertido en combatir la tiranía, en resistir durante dos décadas tantos atropellos, la aplicaremos ahora para la restitución de la República, con pilares éticos muy sólidos.
Nuestra primera prioridad será atender la urgencia del hambre, y ello implica abastecer al país rápidamente. Para lograrlo, reestableceremos de manera inmediata los inventarios mínimos de comida y medicina; daremos incentivos para la producción nacional, abriremos una extensión impositiva por seis meses a las empresas que importan productos, habilitaremos una taquilla única de registro de nuevas empresas y eliminaremos las guías de despachos.
Paralelamente, la economía debe ser estabilizada y fortalecida a corto plazo. Para ello, unificaremos y liberaremos el tipo de cambio, controlaremos la hiperinflación y, durante el período de recuperación, compensaremos directamente a las familias que más lo necesiten.
Además de reducir la inflación, lo más importante es lograr que tu sueldo valga. La destrucción del poder adquisitivo que todos hemos sufrido es uno de los daños más terribles que se le ha hecho a la familia venezolana. Por eso, una de nuestras prioridades será lograr que cada venezolano pueda vivir dignamente de su salario, o con los beneficios que le produzca su negocio y emprendimiento.
Las finanzas públicas tendremos que ordenarlas y limpiarlas. El inicio de la renegociación de la deuda en default es indispensable para recobrar la confianza en Venezuela y recuperar nuestros lazos con las diferentes organizaciones financieras y comerciales del mundo. Al mismo tiempo, será indispensable recibir una importante asistencia financiera bilateral y multilateral, para poder elevar las importaciones de productos básicos y bienes de capital indispensables para arrancar la economía.
En materia petrolera, racionalizaremos las actividades de PDVSA y pondremos orden en la que fue una gran empresa y hoy está quebrada. Estableceremos condiciones y garantías para hacer la inversión en petróleo, gas y petroquímica en Venezuela la más atractiva y competitiva en el hemisferio, eliminando restricciones a la participación privada nacional y extranjera. Ello nos permitirá aumentar la producción petrolera, y mejorar de inmediato las condiciones operativas y socioeconómicas de los trabajadores; generando un alto impacto positivo en las comunidades petroleras del país.
Iniciaremos también un proceso de re-conceptualización y des-partidización de la Fuerza Armada Nacional para construir una institución profesional, meritocrática y altamente tecnificada; así como la reordenación del Concepto Estratégico de la Nación.
Procederemos a constituir los órganos del Poder Público de acuerdo a lo establecido en la Constitución Nacional y, fundamentados en un “Pacto por la Justicia”, nos comprometeremos a erradicar la impunidad de Venezuela.
Combatiremos frontalmente a los grupos criminales y expulsaremos de nuestro territorio a los grupos irregulares extranjeros, para garantizar la seguridad ciudadana y el imperio de la ley. La vida y la seguridad de cada ciudadano será prioridad desde el primer día.
Liberaremos a todos nuestros presos políticos e iniciaremos una épica histórica de reconocimiento a nuestros héroes caídos en esta larga lucha. Haremos de Venezuela una tierra de reconciliación y reencuentro donde prevalezca la diversidad, el pluralismo, la creatividad y la innovación, alrededor de una visión, un proyecto nacional y valores compartidos.
Esa es la Venezuela que construiremos muy pronto, una en la que todos convivamos en paz, Libertad y prosperidad. La que comienza el día después.