Olvidamos hasta que lo esperado no sucede y si sucede, sucede para mal y en contra de uno mismo. Es ahí cuando aparece, esa sí de forma “razonablemente previsible”… la frustración, ese sentimiento que nos priva de la satisfacción que nos debería haber traído esa expectativa… y en su lugar llega una avalancha de sentimientos de negación, de injusticia, de insatisfacción y finalmente de ira, de rabia e incluso… de violencia contra uno mismo y contra los demás. Y sorprende cómo llegado ese momento, cuando sería necesario tener la calma y la razón para contenerse, automotivarse y tranquilizarse… no se tienen.
En nuestro país hemos visto como la población ha ido de frustración en frustración porque nunca se le habló claro y todo se dejo a la expectativa, cuando con un régimen como el que tenemos hay que ser realistas, aquí siempre hemos dicho las cosas claras y también lo que va a suceder, puedo dar fe de todo eso y la palabra escrita está bien argumentada, siempre fui muy claro desde que le vendieron a la gente que se podría salir de este régimen por referéndum, y una serie de cosas más, ahora vienen con las elecciones y una vez más quieren engañar a la población, y no se atreven a decirle la verdad, pues yo si lo he hecho para que no se estén creando falsas expectativas así que ya están advertidos, toda la información que he manejado a través de mis redes sociales siempre me han dado la razón.
Toda dictadura en la historia diseña, organiza y mantiene a SU oposición, la que le sirve a sus propósitos. ¿Cuál es la del régimen venezolano?
Pero como siempre ud. decide.
Entonces, ya se ha llegado demasiado lejos, ya no importa lo que los demás opinen o que insistan en que se está sobredimensionando la situación, tampoco importa que digan que no es tan grave o que no lo vale ese enojo. Y hasta podrían tener razón… pero no son ellos quienes han visto frustradas esas expectativas, ni los responsables de lo que está sucediendo. Créame… la vida de uno sólo depende de uno. Por eso la próxima vez mejor elija la realidad para minimizar con ella sus expectativas y su frustración, y para también así aplacar esa ira que subyace de forma casi obligada en nuestro interior y que, como bien dice Séneca, es un ácido que puede hacer más daño al recipiente en el que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte.
#ElLiderEresTu
@joseluismonroy