La Sociedad Interamericana de Prensa ha condenado en días recientes una demanda por difamación contra cuatro periodistas venezolanos: Alfredo Meza, EwaldScharfenberg, Joseph Poliszuk y Roberto Deniz. Estos profesionales de larga trayectoria, especializados en periodismo de investigación y agrupados en el portal Armando.Info, una de las pocas instancias mediáticas que en Venezuela hace periodismo crítico, han tenido que abandonar el país para que las autoridades no procedan como siempre proceden en estos casos: les prohíben la salida, les anulan los pasaportes o los retienen por cualquier causa injustificada. En esta oportunidad, los reportajes que han resultado explosivos para el régimen tienen que vercon las negociaciones internacionales que desarrollan terceras partes para adquirir alimentos subsidiados que luego el gobierno distribuye en bolsas o cajas de comida.El entramado de intereses políticos, empresas cómplices y negociados que se describe es de tal magnitud que se equipara al espinazo andino.
Hay que recordar que Armando.Infoparticipó en las investigaciones de los llamados ‘Panamá Papers’y que también obtuvo recientemente la segunda mención del Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación. Creado por periodistas de larga trayectoria, me gustaría destacar el caso de dos de sus fundadores –Meza y Scharfenberg–, porque con ellos me ha tocado trabajar en diferentes proyectos editoriales. Profesionales que por muchos años ejercieron el periodismo de investigación en El Nacional de Caracas, y que en años más recientes han sido corresponsales de El País, ambos destacan como los mejores de su generación, dignos estudiantes de las escuelas de comunicación social del país, destacados discípulos de sus maestros y, ya como profesionales, jefes de importantes secciones y autores de libros de obligada consulta. Que hoy en día estén en fuga, imposibilitados de hacer vida en el país que los procreó y les brindó todas las oportunidades, habla de la miseria de un tiempo y de la muerte de las ideas. El periodismo de la Venezuela de hoy se recordará por la fidelidad a lo mejor del oficio y no por la autocensura, la complacencia y el adoctrinamiento de medios.
Información de Diario de Aviso