Varios miembros del Emirato Islámico (Daesh) fueron arrestados el 8 de febrero de 2018 en Trinidad y Tobago, donde preparaban un atentado de grandes proporciones que debía tener lugar en pleno carnaval, durante la noche del 13 al 14 de febrero, reseñó Voltaire.
La República de Trinidad y Tobago cuenta con una importante minoría musulmana de origen indio, descendiente de indios llegados a ese archipiélago caribeño en tiempos de la colonización británica. Con el paso de los años esa comunidad musulmana ha crecido con la incorporación de descendientes de africanos y de árabes.
Trinidad y Tobago es el país de las Américas con mayor cantidad de yihadistas (varios cientos) enrolados en las filas del Emirato Islámico.
En 2017, el trinitario Shane Crawford (ver foto), quien se hace llamar Abu Sa’d al-Trinidadi, había anunciado en las páginas de Dabiq, la revista de Daesh, la preparación de una operación en su país de origen.
En julio de 1990, une centenar de yihadistas miembros de Jamaat al-Muslimeen atacó la sede del parlamento de Trinidad y Tobago, apresando al primer ministro en un intento por tomar el poder. Luego de mantenerse atrincherados durante 6 días en los locales de la televisión nacional, aquellos yihadistas acabaron rindiéndose a las autoridades.
En una entrevista concedida a Russia Today en español en mayo de 2017 (ver al final de esta breve), el especialista francés en geopolítica Thierry Meyssan cuestionó la interpretación de los desórdenes en Venezuela como algo similar la operación de la CIA contra el gobierno del presidente chileno Salvador Allende. Meyssan precisó entonces que Daesh estaba preparándose para desestabilizar gran parte de Sudamérica y el Caribe, en función de la estrategia del caos elaborada y presentada al Pentágono por el almirante estadounidense Arthur Cebrowski