Voluntad Popular, a través de su coordinador nacional político Carlos Vecchio, respondió a una comunicación recibida en días pasados del expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que el mediador pide a Voluntad Popular reconsiderar su posición sobre el acuerdo rechazado en República Dominicana y que, “pensando en la paz y en la democracia”, se suscriba el documento presentado por el régimen de Maduro en el marco del finalizado esfuerzo de negociación; reafirmando que “Voluntad Popular no puede suscribir el acuerdo que usted en su misiva nos invita a suscribir”, porque “ese documento les quita derechos a los venezolanos y lejos de solucionar la crisis, la profundiza. Si de verdad usted quiere que la paz y democracia retornen a Venezuela, solicítele al régimen de Maduro que suspenda la convocatoria efectuada para el veintidós de abril”.
A continuación, reproducimos la carta de respuesta, firmada por Carlos Vecchio en representación de Voluntad Popular, a Rodríguez Zapatero:
Caracas, 12 de febrero de 2018
Expresidente Rodríguez Zapatero:
Hemos recibido su carta fechada siete de febrero, en la cual solicita que Voluntad Popular reconsidere su posición y que, “pensando en la paz y en la democracia”, suscribamos el documento presentado por el régimen de Maduro en el marco del finalizado esfuerzo de negociación.
En su misiva usted insiste que esa petición la formula “desde su convicción profunda en la necesidad de este acuerdo”, pareciéndole “inesperado” que la oposición no lo haya suscrito.
Para Voluntad Popular su sola presencia es indicativo que las cosas no andan bien en Venezuela. Usted es testigo de una tragedia que nos atreveríamos afirmar es la peor de Venezuela desde el inicio del Siglo XX y podría convertirse en una de las peores de Latino América, incluso superando el denominado “período especial” de Cuba.
Esa tragedia que vivimos y sufre nuestro pueblo, llevó a Voluntad Popular a explorar la negociación de Dominicana con el objetivo de lograr: 1. Elecciones libres, transparentes y justas, sin inhabilitados políticos 2. Liberación de todos los presos políticos, 3. Atención urgente a la emergencia humanitaria 4. Respeto y reconocimiento de la Asamblea Nacional legítimamente electa; a sabiendas de los fracasos de los “diálogos” anteriores, en los cuales el régimen de Maduro engañó hasta al Vaticano. Sentíamos que era nuestra obligación moral frente al país, a pesar de sus costos políticos. La presencia de los países garantes era por lo demás un estímulo real. Hoy, ninguno de esos objetivos están contemplados en el acuerdo, razón por la cual nos retiramos de la negociación, misma causal que nos impide suscribir dicho documento.
Con su deber moral de “defender la verdad”, usted es testigo de excepción de como el régimen de Maduro en plena discusión del tema central de las elecciones presidenciales decide unilateral e irresponsablemente a través de la ilegítima Asamblea Nacional convocar elecciones presidenciales, así como inhabilitar a partidos políticos sentados en la negociación. Esos eventos llevaron a que un país garante se retirase de la negociación, como luego lo hizo Voluntad Popular. Esas acciones del régimen de Maduro solo mostraban que no está dispuesto en avanzar en un verdadero acuerdo.
Usando sus propias palabras, ese texto no está hecho “pensando en la paz y en la democracia”. Por el contrario, es una invitación a mantener el conflicto y pulverizar definitivamente la convivencia democrática que se busca. Así, le preguntamos: Si el presidente Rajoy propusiera convocar elecciones en España, pero que los partidos políticos PSOE, Ciudadanos, y Podemos no pueden participar ni pueden inscribirse como candidatos Pedro Sánchez, Albert Rivera, y Pablo Iglesias, ¿Usted creería que esa sería una propuesta que estaría “pensando en la paz y la democracia” de España?
Respóndanos con sinceridad, aunque para Voluntad popular la respuesta es obvia. Le solicitamos que quiera para Venezuela lo mismo que usted quiere para España. La democracia no tiene nacionalidad.
Ese acuerdo que usted invita a firmar no plantea elecciones libres ni transparentes. Con lo allí propuesto los venezolanos no pueden elegir ni el partido ni el candidato por el cual quieren votar ya que el régimen se ha encargado de inhabilitarlos, se mantienen ilegalmente presos políticos sometidos a tortura, no se otorga tiempo suficiente a los venezolanos en el exterior para inscribirse, es inviable una observación internacional que cuente con el tiempo adecuado para vigilar el proceso, el árbitro electoral no es árbitro sino un aliado de uno de los contrincantes, es exclusividad solo de una de las partes fijar la fecha y, finalmente, no existen con detalle garantías electorales.
Por ello es que la comunidad internacional de manera explícita ha dicho que va a desconocer esa “elección presidencial”: no será ni libre ni transparente. Usted ha sido mandatario de un país y sabe lo que eso significa y las consecuencias que tendrá.
Por su experiencia como mandatario, sabe que la primera obligación que tiene cualquier gobierno es dar estabilidad a un país. No puede atribuírsele al ciudadano común, y mucho menos a una organización que tiene casi a toda su dirección nacional presa o en el exilio, una responsabilidad similar a la del gobierno. Por ello, esa convocatoria a una supuesta “elección presidencial” es irresponsable y deja ver a Maduro como una persona que sólo le importa mantenerse en el poder. De insistir, la tragedia será de inimaginables dimensiones.
Por todo lo anterior, Voluntad Popular no puede suscribir el acuerdo que usted en su misiva nos invita a suscribir porque no es un acuerdo de paz, si no una rendición ante la dictadura. Ese documento les quita derechos a los venezolanos y lejos de solucionar la crisis, la profundiza. Si de verdad usted quiere que la paz y democracia retornen a Venezuela, solicítele al régimen de Maduro que suspenda la convocatoria efectuada para el veintidós de abril.
Parafraseando las palabras de cierre de su misiva, le afirmamos que esta petición la formulamos desde nuestra convicción profunda en la necesidad de construir unas elecciones libres y transparentes para poder salir de la profunda crisis que nos encontramos.