El gobierno impone elecciones presidenciales adelantadas el 22 de abril, con el rechazo de la comunidad internacional y sin consenso interno, la pregunta más común en Venezuela es; ¿Qué vamos a hacer?, ese es un debate cotidiano en los ciudadanos y en la dirigencia: Vamos o no Vamos?.
Hay sectores con posiciones tomadas en ambos sentidos que no los moverá ningún argumento porque convierten en cada coyuntura su punto de vista en punto de honor.
Participar o No participar es un debate inútil sin un dirección política unitaria, por ello propusimos la conformación del Frente.
El debate hay que darlo con todos los argumentos, sin agresiones, descalificaciones e insultos.
Los demócratas queremos votar, la tarea es formalizar la dirección unitaria y reclamar con planteamientos muy concretos las condiciones para unas elecciones libres y no esta emboscada bucanera.
Un gobierno responsable que atraviesa una crisis convocaría una mesa técnica con ambos bandos, para revisar fecha y condiciones; es demasiado esperar de unos dictadores jugando al caos, no tienen hidalguía para eso; Maduro no es de ese tamaño.
Hay sectores del oficialismo interesados en empujar a la oposición hacia la violencia, por eso tanta represión hacia los manifestantes, centenares de muertos, heridos, presos y perseguidos.
Cada cierto tiempo abonan las condiciones, como lo hicieron el 15 de enero, en la masacre del junquito con la ejecución en forma alevosa y cobarde de Oscar Pérez y sus compañeros. La lucha armada no es el camino, los que tengan dudas hablen con Américo Martin.
La crisis Venezolana se ha internacionalizado por un conjunto de razones: La globalización, las reservas petroleras, el costo social migratorio, impacto continental y las asociaciones perniciosas del gobierno. El país está gobernado por una coalición internacional integrada principalmente por Cuba, Rusia, Irán, entre otros. A esto se agregan temas como; Narcotráfico, terrorismo, crisis humanitaria que constituyen motivo de alarma, observación y acción de esfuerzos multinacionales legítimos.
El aislamiento del régimen es cada día más acentuado, la sanción de funcionarios por parte de Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, se agrega el repudio de Gobiernos y parlamentos de América Latina o la reciente bochada recibida por Maduro de parte del Gobierno Peruano a propósito de la Cumbre de las Américas y la que se avecina en Chile. Esto da pena ajena.
Los señalamientos anteriores son algunos rasgos de la coyuntura que vivimos, en la cual tiene que moverse la dirigencia del campo democrático.
Es inaplazable, urgente, es YA que se requiere la refundación de la dirección unitaria, la estrategia y el plan que define la ruta a favor de esta nación y sus interese democráticos. Hace falta una instancia amplia, expresión del país, más allá de los partidos, pero no contra ellos. Este no es el momento para dirimir la supremacía de liderazgos, partidos o grupos; tampoco hay cabida para el oportunismo burdo de la anti política; es hora de salvar la República; basta de zelotas en Venezuela.
Un Frente constituido con los partidos, los sectores sociales, las iglesias, las universidades, los estudiantes, obreros, intelectuales, artistas, profesionales, gremios, sindicatos, entre otros y hasta la disidencia chavista que no cree en Maduro y su modelo: Este país es de todos y para todos.
Dios bendiga a Venezuela.
@joseluispirelar.
Diputado a la Asamblea Nacional.