La policía británica investiga una carta sospechosa que recibieron el pasado 12 de febrero el príncipe Harry y su prometida, Meghan Markle, que contenía un polvo blanco y que, en un principio, se temió pudiera ser ántrax.
Los trabajadores del Palacio de Kensigton, donde reside la pareja, interceptaron el paquete que en su interior contenía esa sustancia blanquecina y se lo entregaron a la policía, según los medios.
Un portavoz del Palacio de Kensington no quiso comentar el suceso y dijo que el asunto que está en manos de la policía.
Scotland Yard quiere esclarecer si tiene relación con el paquete de las mismas características que recibió a comienzos de febrero la política conservadora Amber Rudd en su oficina del Palacio de Westminster.
Además de estos dos incidentes, se han registrado otros parecidos en mezquitas y centros islámicos en las últimas semanas en el Reino Unido.
El hijo menor de la fallecida princesa Diana y su novia fueron informados de la carta, que llegó un día antes de que la pareja se trasladara de visita a Edimburgo (Escocia). EFE