Ivanka Trump, hija y asesora del presidente de EEUU, Donald Trump, llegó hoy a Corea del Sur para asistir a la clausura de los Juegos de Invierno de PyeongChang, en un viaje que ha despertado gran expectación ya que coincidirá en el acto con una delegación norcoreana.
El avión en el que viajó Ivanka Trump desde Washington, un vuelo comercial de la aerolínea Korean Air, aterrizó en torno a las 16.00 hora local (7.00 GMT) en el aeropuerto internacional de Incheon, que da servicio a la capital surcoreana.
Ivanka, que lidera la delegación de alto nivel estadounidense invitada a la clausura de los Juegos de Invierno, apareció sonriente ante las cámaras al acceder a la terminal pocos minutos después y aseguró que su visita tiene como objetivo cimentar “la sólida y duradera alianza” que su país mantiene con Corea del Sur.
Ivanka y el resto del grupo, en el que se incluyen la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, o el general Vincent Brooks, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de EEUU desplegadas en Corea del Sur, tienen previsto cenar hoy con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Les espera un menú de comida coreana “kosher” (Ivanka se convirtió al judaísmo tras contraer matrimonio con Jared Kushner) y un concierto en una de las edificaciones tradicionales que se encuentran en el complejo de la Casa Azul (la oficina presidencial surcoreana), según ha revelado Seúl.
El Ejecutivo de Moon ha desplegado un gran recibimiento para Ivanka dado su peso en la Casa Blanca y para equipararlo al que se dio a la hermana del líder norcoreano Kim Jong-un cuando estuvo en Corea del Sur hace dos semanas.
Seúl considera que este viaje es importante para mejorar la disposición de Washington ante la posibilidad de retomar el diálogo con Corea del Norte.
El viaje también genera expectativas ante cualquier posible toma de contacto, porque Ivanka coincidirá en el palco durante la clausura de los Juegos con la delegación norcoreana que lidera el general Kim Yong-chol, que llegará a Corea del Sur el próximo domingo. EFE