La sabiduría popular cuenta que la democracia puede tener problemas, pero es el mejor sistema de gobierno. Esta máxima la trae a colación el informe latinobarómetro 2017, con lo que llamaron la Democracia Churchialiana, en la que se parafrasea Churchill, cuando dice: la democracia es el peor sistema, exceptuando los demás. Hago esta reflexión, porque la vida democrática venezolana que gravita en torno a los cogollos, al voto, hago lo que me da la gana, que cambió el vivo criollo por el bachaquero… donde hay un déficit político importante, termina aceptándose. A pesar de que podamos querer un cambio, ya que esa necesidad catapultó en 1998, la opción hacia un modelo más incluyente, que iba adecentar al país y a darnos bienestar, que luego nos defraudó al degenerar en el autoritarismo degradante que vivimos, es otro tema.
El informe en comento establece que en Venezuela ha sido históricamente controvertido el indicador de apoyo a la democracia, ya que es uno de los países que tiene el más alto, especialmente a partir del 2008 donde alcanza cifras por encima del 80%, su máximo en año de la muerte de Hugo Chávez, 2013, con 87%, perdiendo 7 puntos entre 2015 y 2016, para llegar al 77%. Cifras que además contrastan con la grave crisis política, social y económica, pareciera, esto sí es opinión mía, que frente a la ausencia de un planteamiento político de cambio, se atornilla el autoritarismo político logrando el control de la sociedad.
Y cuando hacemos la radiografía del momento, en el hoy y el ahora, como exigen estos tiempos de incertidumbre, nos devela cómo la sociedad venezolana ha involucionado unos 50 años, al moler el maíz, usar tela en lugar de pañal o toalla sanitaria, usar ventiladores, sin internet en las casas, ni en los Bancos, ni siquiera en los locales destinados a ese uso, no hay dinero en los Bancos, no hay comida y la que se encuentra está muy cara, los familiares mueren, literalmente, al faltar los tratamientos…Pero ha cambiado su voto, su herramienta de cambio, primero por una plancha de zinc, para vivir en un rancho…ahora por 500.000 bs débiles, que sólo alcanzan para comprar chucherías…Se ha autocensurado, no dicen nada, no protestan por nada…vemos que hay un ¡quiebre moral! En la desesperanza.
Entonces, la situación no es fácil, pensar que la gente va a votar contra el gobierno porque es malo o que va a la calle dispuesta a quedarse hasta que cambie, para mí está descartado ¡por ahora! Porque entendemos la democracia en sus valores y principios, pero no la hemos ejercido, en el planteamiento político de cambio que genere esperanza, lejos de los cogollos y cercana a la gente, no avizoramos un esquema que nos diga ¿qué ganamos nosotros? Mientras esto ocurre nos quedamos con el zinc, la bolsa Clap, 500 mil…porque no tenemos más…Venezuela Señores está esperando más, una esperanza, un sueño…algo por luchar.
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