Al menos 75 personas resultaron heridas durante los disturbios que tuvieron lugar en la madrugada de este domingo en un baile funk, en la favela Vila Cruzeiro, zona norte de Río de Janeiro, informaron este domingo fuentes oficiales, reseñó EFE.
La dirección del Hospital Estatal Getúlio Vargas informó en un comunicado que 75 pacientes fueron atendidos a partir de las 03.00 hora local (06.00 GMT) de este domingo, tras el evento, conocido como “Baile da Gaiola”, que se celebró cerca de la clínica.
Del total de los pacientes atendidos, solo tres continúan hospitalizados, si bien su vida está fuera de peligro y presentan un cuadro “estable”, señalaron esas fuentes.
Uno de los pinchadiscos que participó de la citada fiesta, “Rennan da Penha”, publicó en redes sociales su versión sobre lo sucedido: “Un maleante intentó saltarse el control policial, los agentes dispararon al aire y todo el mundo corrió”.
Sin embargo, la Policía Militar de Río señaló en una nota que no hubo ninguna operación en la región y que en ningún momento “fueron accionados para intervenir ante la situación relatada, así como tampoco hubo actuación policial alguna en el local durante la madrugada de este domingo”.
Cerca de allí, sí se registraron actos de vandalismo en una estación de autobuses que terminó con siete unidades de transporte con las ventanas y los parabrisas rotos.
“Gran parte de las acciones de vandalismo fue provocada por grupos que estaban yendo o volviendo de un baile funk”, señaló el consorcio propietario de los autobuses objeto de esos incidentes.
Río de Janeiro ha vivido un fin de semana trágico con numerosos tiroteos, muertos y asaltos en diferentes puntos de la ciudad y de su región metropolitana, en medio de la intervención federal que dejó en manos del Ejército brasileño el control de la seguridad de ese estado.
Según la aplicación “Onde tem tiroteio” (Dónde hay tiroteo), conocida como OTT, el estado de Río de Janeiro ha registrado ya más de 1.000 tiroteos desde que comenzó el año, lo que arroja una media de 14 diarios.
Solo el año pasado la violencia causó en todo el estado de Río 6.731 muertes, entre ellas más de 100 policías y diez niños alcanzados por “balas perdidas”.