El bufete panameño Mossack Fonseca, epicentro de los denominados papeles de Panamá e implicado en la trama de corrupción brasileña “Lava Jato”, anunció hoy que cerrará todas sus oficinas a finales de este mes.
EFE
“El deterioro reputacional, la campaña mediática, el cerco financiero y las actuaciones irregulares de algunas autoridades panameñas han ocasionado un daño irreparable, cuya consecuencia obligada es el cese total de operaciones al público a finales del presente mes”, explicó el despacho en un comunicado al que tuvo acceso Efe.
La firma añadió que un “reducido” grupo de empleados seguirá trabajando de puertas adentro para completar ciertos trámites administrativos y atender consultas de autoridades y antiguos clientes.
“Deseamos expresar nuestro agradecimiento a los clientes por todos sus años de solidaridad con nuestro grupo, especialmente a aquellos que a pesar de las situaciones actuales se han mantenido con nosotros apoyándonos a lo largo de este proceso”, indicaron en el mismo comunicado.
El anuncio tiene lugar apenas dos semanas antes de que se cumplan dos años del escándalo de las sociedades extraterritoriales y de que cientos de medios de comunicación publicaran que personalidades de todo el mundo contrataron los servicios de Mossack Fonseca para gestionar su patrimonio y presuntamente evadir impuestos.
“El Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos (ICIJ, por sus siglas en inglés) presentó al mundo, con base en información robada, un panorama desacertado de los servicios que prestábamos tergiversando la naturaleza de la industria y su papel en los mercados financieros globales”, afirmó el despacho.
Antes del escándalo, el bufete tenía 370 empleados en Panamá y 600 empleados repartidos en decenas de oficinas de todo el mundo, pero desde la masiva filtración fueron progresivamente recortando personal y en los últimos meses funcionaban con menos el 10 por ciento de la plantilla.
“Mossack Fonseca tuvo que iniciar un proceso de reducción de oficinas y personal en todo el mundo. El proceso se ha llevado a cabo en completo orden y cumpliendo las leyes de cada país”, aseguró la compañía.
El bufete insistió en que el negocio de las sociedades extraterritoriales no es “ilícito” y dijo que Panamá es el único país donde las autoridades les han abierto procesos penales “por la provisión de ese servicio”.
Además del caso de los papeles, los dos socios fundadores de la firma, Jurgen Mossack y Ramón Fonseca Mora, están siendo investigados por el Ministerio panameño por su presunta implicación en el caso de corrupción brasileña Lava Jato.
Los abogados, a quien el Ministerio Público acusa de formar una “organización criminal” que ayudaba a lavar dinero en la trama brasileña, fueron detenidos en febrero del año pasado y pasaron cerca de 4 meses en prisión preventiva.
El escándalo de los papeles de Panamá desató todo un vendaval de críticas contra el país y su primera consecuencia fue la decisión de Francia de volver a incluir a la nación centroamericana en su lista de paraísos fiscales.