El terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, “Carlos”, se negó hoy a asistir al juicio en apelación en París por un atentado mortal en la capital francesa en 1974 en protesta por las “agresiones” de los guardianes que se encargan de sus traslados desde prisión y por sus condiciones de detención.
“Ha sufrido un tratamiento particularmente agresivo de los funcionarios de la Administración Penitenciaria”, argumentó a Efe su abogada Isabelle Coutant-Peyre en un receso de la audiencia del Tribunal de lo Criminal de París, que sólo empezó -con más de una hora y media de retraso- para constatar la ausencia del acusado.
Coutant-Peyre aseguró que la razón de ese tratamiento por parte de los funcionarios encargados de su traslado desde la prisión de Fresnes hasta el Palacio de Justicia de París es que “han recibido órdenes de alto nivel” para que “impedir que esté en buen estado” durante el proceso, que finaliza hoy.
Francis Vuillemin, otro de sus letrados, señaló a Efe que su cliente se había quejado de repetidas agresiones de sus guardianes, y también de haber estado ayer durante horas esperando la vuelta a la cárcel en una celda inundada.
El fiscal, Rémi Crosson du Cormier, contó al iniciarse la sesión de la mañana que el detenido primero se había negado a ser extraído de la cárcel y luego, una vez accedió, no había querido acudir a la sala del tribunal, de forma que se quedó en una celda de los sótanos del Palacio de Justicia.
La presidenta, Anne Marie Gallen, encargó a un ujier que instara al venezolano a asistir al proceso, en el que sólo quedan los alegatos de los abogados de la defensa y la última palabra al acusado antes de que los jueces se retiren a deliberar y dicten sentencia hoy mismo.
En su requisitoria, el fiscal solicitó ayer una condena a cadena perpetua, la misma pena que recibió en marzo del pasado año en primera instancia, por haber lanzado supuestamente una bomba contra una galería comercial del bulevar Saint Germain de París el 15 de septiembre de 1974, lo que causó la muerte a dos hombres y heridas a otras 34 personas.
Ramírez Sánchez se encuentra encarcelado en Francia desde agosto de 1994, cuando fue capturado en Sudán en una operación de los servicios secretos.
Ya ha sido condenado a sendas penas de cadena perpetua, una por haber asesinado en París a dos agentes secretos franceses y un confidente el 27 de junio de 1975 y otra por cuatro atentados cometidos en Francia en 1982 y 1983, en los que murieron once personas y cerca de 200 resultaron heridas.
Ya no tiene ningún otro juicio pendiente en Francia -aunque podría recurrir al Tribunal Supremo- y teóricamente podría pedir una liberación condicional por haber pasado 18 años entre rejas.
Algo que no hará dadas las nulas posibilidades de que su recurso saliera adelante, según sus abogados, que querrían que fuera Venezuela la que solicitara su repatriación. EFE