Debido a la escasez de efectivo que día a día acusa el bolsillo de los venezolanos, diversas cantinas escolares en el estado Vargas han decidido cerrar sus puertas.
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Un profesor de la región, William Marcano, explicó para La Voz de Vargas que son muy pocos los cafetines que se encuentran operativos en los colegios públicos y en los privados los propietarios luchan por mantenerse al día, puesto que, a pesar de no contar con el ingreso de bolívares, también la inflación hace de las suyas con los insumos.
Aseveró que muchos se han visto en la obligación de aceptar transferencias, ya que la obtención de un punto de venta cuesta entre Bs. 7 millones y Bs. 50 millones, y en muchas ocasiones la demanda del servicio es cotizada en dólares.