Scott Kelly pasó más de 500 días en el espacio, la mayor viviendo en la Estación Espacial Internacional durante 342 días. Pero cuando regresó, una batería de pruebas reveló algo asombroso, reseña Daily Star.
El ADN de Scott, que antes era idéntico al de su hermano gemelo, el astronauta retirado, Mark Kelly había cambiado significativamente.
La Nasa explicó que “Los telómeros de Scott (los extremos de los cromosomas que se acortan a medida que envejecemos) se volvieron significativamente más largos en el espacio. Aparentemente, la mayoría de esos telómeros volvieron a su tamaño normal a los dos días del regreso de Scott a la Tierra”.
Aunque la mayoría de los genes de Scott volvieron a la normalidad tras pisar tierra, algunos de ellos no lo hicieron. Alrededor del 7% de sus genes han mostrado cambios duraderos o incluso permanentes.
Los resultados de estos estudios sobre el ADN de Scott podría tener enormes implicaciones en los planes de la NASA de enviar personas en el espacio a largo plazo.
Ahora hay preocupaciones sobre los efectos desconocidos en el cuerpo humano y las transformaciones radicales en el ADN durante la misión SpaceX de Elon Musk, donde están estudiando la posibilidad que los astronautas viajen a Marte.