La política del blackout, por Carlos Moreno

La política del blackout, por Carlos Moreno

 

 

El régimen se protege cortando comunicaciones, procurando apagones y viendo desplomarse cualquier red.

El escenario no solo se plantea como la ineficiencia de un Estado incapaz de sostener servicios básicos como el Sistema Eléctrico Nacional, sino como una política de bloqueo intencional.

En las últimas cuatro semanas he perdido comunicación con familiares y amigos por dos causas aparentes: apagones de más de cuatro horas al menos dos veces por día, y robo del cableado de sistemas telefónicos e internet.

Dudas no hay. El régimen se enquista en su política del caos y la inoperatividad, su estrategia más burda para mantener el poder sumergiendo a la sociedad en una carrera por la supervivencia en la que ellos van soltando migas para, de vez en cuando, crear la mala ilusión de normalidad.

“Cuando hay luz no hay internet, y cuando hay internet, entonces no hay luz”, me comentaba un familiar en una rápida conversación que logramos tener a través del fluctuante y caótico servicio.

Las mafias del cableado surgieron y se establecieron. Cortan cables de la estatal telefónica CANTV y luego viene la extorsión por parte de los mismos operadores de la compañía. Son millones de bolívares para reconectar el servicio.

Y así va marchando otra red criminal amparada por el régimen. ¿Por qué? Por control.

Han querido legislar de forma arbitraria para detener el impacto de las redes y la internet. Han amenazado y enviado a cárceles a usuarios por sus mensajes. Pero no han logrado detener el torrente de contenido que muestra la catástrofe social y económica que vive el país. La red, donde crece el micropoder ciudadano, es otra de sus principales enemigas.

Por ello apuestan a pequeñas mafias para tumbar servicios y, en infinidades de casos, jamás reconectarlos. Hablamos de sectores enteros, urbanizaciones, e incluso universidades.

Nada hacen para detenerlo porque es su política para cerrar más espacios.

La comunicación es arteria de la libertad. Ellos tienen el bisturí.

Exit mobile version