Jofrana González es una talentosa periodista venezolana que como muchos de sus compatriotas salió del país en busca de un sueño. Tener que emigrar y ejercer la carrera en tierras extrañas fue todo un reto, como ella misma lo define, pero hoy, tras trabajar en uno de los canales más reconocidos de Venezuela RCTV, y en la actualidad ser parte de Cable Noticias de Colombia, comparte con nosotros sus experiencias, sus vivencias y sus más grandes retos.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a la joven profesional de la comunicación de 34 años quien en su apretada agenda nos cedió un espacio para hablarnos de su historia, una historia que también envuelve la historia de RCTV, la historia de la Venezuela actual, la historia de los periodistas venezolanos y la historia del ejemplo, un ejemplo para todos aquellos que se atreven a cumplir sus sueños.
Fuera de nuestras fronteras la comunicadora afirma que no fue fácil…
¿Por qué estudiaste periodismo?
Sinceramente fue culpa de mi maestra de cuarto grado de primaria, que me mostró lo que era ésto y lo apasionante que podía ser. Desde niña me ha gustado estar enterada de todo, estar al pendiente y tener respuestas a las interrogantes, además me encanta preguntar, indagar e investigar, creo que allí radica, el hecho de que haya desarrollado esa pasión y entrega por la carrera, de hecho no se me hizo complicada en la universidad, todo lo veía y lo sentía como natural, lo hacía con gusto y sólo me costaba cuando eran cosas que se mezclaban con números, presupuestos y ese tipo de asignaciones, que siempre había alguno de mi grupo de estudio o trabajo, que eso se le daba mejor que a mi. Decidí estudiarlo porque además en ese momento, había medios, puertas para tocar y soñar con que algún día, uno iba a llegar a esas pantallas. Jamás me imaginé que no ejercería en Venezuela
¿Qué es lo más difícil de ser periodista?
Escuchar las historias desgarradoras, y no poder hacer más que ser un canal de comunicación entre el afectado y el estado. Es difícil cuando ves el sufrimiento ajeno, el padecimiento de los otros y sobre todo cuando son coberturas de hechos trágicos. Las personas se aferran y ven una esperanza en los periodistas. Una de las etapas más difíciles para mí, fue en la época de las protestas del 2017 en Venezuela, estando fuera, reportar los muertos que sucedían casi que a una hora entre uno y otro, ver los videos, las fotos, salir al aire en vivo en medio de las arremetidas y sobretodo no poder estar, no poder cubrir desde el lugar que quería estar y sentir la impotencia de ver a mis amigos llorar por muertes injustas, ver a mi familia en fotos de agresiones, y saber que todos los días tenia a mi papá, mi tía, mi hermana, mi cuñado, mis amigos, mis colegas en las calles, y sólo me podía limitar a decirles que la Virgen los acompañara y los cuidara. Ese ha sido uno de los momentos más difíciles, porque ya te toca lo personal, la fibra y es difícil no sentirte involucrado, desde la faceta del periodista. Sin embargo me tocó respirar e ir al aire.
¿Qué es lo más bonito de ser periodista?
Las experiencias, buenas o malas, son tuyas, nadie las puede vivir por tí, son solo tuyas y los aprendizajes son tuyos y de nadie más. Las vivencias de estar y ser parte de hechos históricos, trascendentales, que pueden cambiar el curso de la historia, eso sin duda es bonito y gratificantes. Ésta es una profesión muy ingrata, te exige mucho, te exige entrega y dedicación de toda tu vida, para llevarla contigo; pero al mismo tiempo te brinda esas oportunidades únicas, que pagan todo el sacrificio.
Estando fuera el país, he tenido unas que no cambiaría por nada. Jamás me imaginé que me iba a tocar a mí al aire, anunciar la muerte de Hugo Chávez, de Mandela, de Fidel Castro, la visita de Obama a Cuba, un papa Latino como resultado del segundo cónclave en el vaticano, luego de la renuncia de Benedicto XVI. Ver a un Leopoldo López entregarse de esa manera, y cambios de presidentes en países. Guerras y enfrentamientos, narrados por mi, y muuucho menos anunciar que Donald trump sería el presiente de los Estados Unidos, es decir, tantas cosas, que lo bonito de esto, es poder contar al final del paseo las vivencias y momentos que son solo tuyos, y nadie los va a vivir por ti.
Háblanos de tu experiencia trabajando en RCTV
Un sueño hecho realidad. Desde siempre, había tenido claro en mi mente que el canal donde quería trabajar era RCTV, el canal 2, que el noticiero al que yo quería pertenecer era EL OBSERVADOR, y que yo algún día seria reportera de ese noticiero. y así fue. Empecé en el 2005, como pasante, y luego asistente de mesa de asignaciones, luego asistente de producción, y así iba. Me aferré mucho a la idea de mantenerme dentro, que tuvieron que pasar cinco contratos entrando y saliendo del canal, cambiando de áreas, para poder lograr llegar a donde yo quería. Cuando fui nómina formal del canal, fue todo un acontecimiento para mí, había logrado una meta, y aún estaba estudiando. Lo mejor que me podía haber pasado. Fueron 7 años en la empresa, y simplemente salí por toda la historia que conocemos. Orgullosamente digo, que fui de las últimas 200 personas que salieron del canal.
¿Cómo enfrentaste el cierre de RCTV?
Fue muy duro, aún lo vivo y lo siento como si fuera ayer. Lo recuerdo mucho, a mis compañeros, a los que se fueron antes de mi, a los que nos tocó despedir, a mis jefas saliendo antes que yo, y a familias enteras que se les desvanecían proyectos y aspiraciones. El tema con RCTV, es que te apoyaba mucho como empleado, se involucraban, estaban pendiente de ti, te ayudaban de la manera que fuera. Y te hacían sentir esa pertenencia de la que muchas empresas gozan. Tanto, que cuando me fui no recogí mis cosas, algunas las recogieron compañeros, otras se las llevaron los jefes y creo que algunas se quedaron en mi casillero, estoy casi segura que unas botas de coberturas de derrumbes e inundaciones, que no faltaban, quedaron allá. RCTV, es una ilusión guardada, pero no olvidada.
¿Por qué decidiste emigrar?
Sinceramente no lo decidí conscientemente. En principio salí en el 2011, para estudiar ingles, me fui e EEUU, regresé y en ese proceso de regresar, mi canal, Cablenoticias, me ubicó para que les ayudara en una asesoría en coberturas en vivo, para la época de las primarias del 2012 en Venezuela, y ahí fue cuando viajé por primera vez por trabajo.
¿Cuál fue el mayor reto al emigrar?
Dejar mi familia, mi apartamento que empezaba a tener y mis amigos, porque aún no se habían ido, ni pensaban algunos en salir y me costó mucho dejarlos. los extraño mucho todavía, pese a estar regados por el mundo, y sobretodo los momentos de mi casa y con mi familia. Siempre nos reunimos por cosas familiares, visitar a mis primas en el interior, mis ahijados, de los cuales me he perdido mucho, los día de la madre y el padre, sin contar los cumpleaños de mis papas. Todo a lo que están acostumbrado, lo dejas y no tienes derecho a refutar o replantear, pues el escenario el país no te lo permite. Aún sigo con temores por no poder volver o que un día no haya cómo viajar a Venezuela o salir de allá, eso me aterra.
¿Cómo llegaste a la televisión colombiana?
Porque Cablenoticias confió en una Venezolana, que venia de RCTV (risas). Creyeron en mí, mis capacidades y me dieron la oportunidad que hoy agradezco enormemente. Cablenoticias, me ubicó para que les ayudara en una asesoría en coberturas en vivo, para la época de las primarias del 2012 en Venezuela, Luego de eso, estuve viniendo a Colombia a apoyarlos en varias coberturas informativas, y bueno llegó el punto en el que me pidieron quedarme, las cosas estaban complicándose en Venezuela y ante la imposibilidad de trabajar allá, decidí quedarme. No ha sido fácil, pero ya son 6 años viviendo fuera. Sin la oportunidad que me brindaron, no había llegado al nivel que he logrado como profesional hoy en día. Me dieron la oportunidad de hasta conocer, mi potencial, de lo que era capaz de alcanzar y además de conquistarlo.
¿Cuál es la diferencia entre el periodismo venezolano y el colombiano?
El acceso a la fuente. Aquí en Colombia aun practican, el hecho de que el funcionario público como tal debe rendir cuentas, y debe explicar el por qué de las acciones tomadas. Tienes acceso a un ministro, y hasta el presiente si lo canalizas como debe ser. Tienes libre acceso a eventos oficiales y privados. Existe el respeto por el trabajo periodístico y no se corre el peligro que se corría antes, por ataques terroristas o de bandas. En Colombia, la radio es el primer medio de comunicación en el país, por ende la televisión tiene un reto muy grande, y ahora con las redes, el reto de la inmediatez se hace mucho mayor.
¿Cuál ha sido el mayor reto profesional que has enfrentado?
Encajar en un país que no es el tuyo, acostumbrarte a una nueva cultura y un nuevo estilo. Cuando entiendes que eres tú, porque estas llegado, que debes ser quien se adapte, ahí es cuando asumes tu condición de inmigrante, y ahí entiendes muchas más cosas que te permiten avanzar y crecer. El mayor reto, ha sido asumir que eres un extraño en una sociedad nueva, y que quizá tu estilo de manejarte, de hacer el periodismo, no aplica en todas partes. Cuando eres periodista internacional, adquieres otra visión y trabajando fuera, debes adaptarte a los cambios. Ese sin duda ha sido un reto profesional duro.
¿Qué significó trabajar en una Venezuela muy distinta a la actual?
La escuela perfecta, porque en la época de la universidad, todavía había posibilidades de acceder a la fuente, y como estudiante te ayudaban, poco a poco me tocó ver cómo se iba cerrando el cerco y además me permitió aprender de varios medios, como la radio que también me gusta mucho. Hice radio como productora y como reportera. En unión radio y FM Center, decir que eras periodista en esa época era algo chévere, no te tildaban de si eras de tal o cual bando, eras simplemente periodista y eso tenia un atractivo.
Incluso los funcionarios te respetaban, te veían como un aliado porque uno les hacía publicas sus denuncias, sus demandas al estado, etc. Ahora se convirtieron o los convirtieron en funcionarios hostiles, que lejos de apoyar tu labor, la entorpecen. Hacer periodismo en Venezuela, en la mejor y peor época, es un aprendizaje sin duda, digo hacer, porque aun cuando voy a Venezuela en medio de las coyunturas, hago coberturas y estoy constantemente pendiente de lo que sucede, en comunicación constante con las fuentes y haciendo público lo que no se puede o no pueden los colegas estando allá.
¿Qué opinas de la libertad de expresión en Venezuela?
¿Cuál?, si cualquiera que disiente tiene el riesgo de ser perseguido. Quizá no el ciudadano común que en su casa habla con sus vecinos o familiares, pero sí los líderes, los políticos, los miembros de organizaciones , los disidentes , los periodistas de opinión que son muy distintos a los opinadores de oficio. No hay libertad de expresión cuando no puedes protestar haciendo una cola para comprar un medicamento o alimento, pues tienes el temor que el funcionario de la guardia nacional que cuida el establecimiento, puede llevarte preso. No hay libertad de expresión cuando cierras medios o los compras para tomar el control. No gozamos de ese derecho que está además consagrado en la constitución y no puedes exigirlo, porque además no tienes instituciones a las cuales acudir, pues no existe la independencia de poderes.
¿Volverías a tu país?
Sin duda alguna. Apenas se pueda y sea necesario volver para contribuir con su reconstrucción ahí estaré. Tengo la esperanza de que así sea, que las condiciones mejoren, para poder casarme en el país, tener a mis hijos allí y ojalá que pudieran crecer en un país con un nuevo gobierno y en un proceso de levantamiento que nos llevará unos cuantos años, pero sí, sin dudarlo volvería, apena se pueda.
Jofrana en pocas palabras…
Un sueño: Crear mi propia familia y hogar.
Un lugar: La playa.
¿A que personaje histórico entrevistarías?: Ahorita, a Bolívar… bajo las actuales circunstancias, me encantaría preguntarle qué piensa de cómo fue destruido su legado.
Tu trabajo ideal: Periodista con un programa propio de entrevistas, que me permita viajar por el mundo.
Un valor: La honestidad.
El periodismo en una palabra: Entrega.
Un consejo: Dejar todo en manos de Dios. como mi papá dice, si estoy con Dios, nada me pasa. Y siempre sembrar el sentimiento de familia, la familia es el único lugar donde uno siempre vuelve y siempre consigues apoyo y guía cuando lo necesitas.
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