Era talentoso, divertido y uno de los más grandes actores de Hollywood de las últimas décadas. Pero, al parecer, también tenía un costado perverso que pocos, muy pocos, conocían. Robin Williams murió el 11 de agosto de 2014 y su sorpresiva partida conmovió al mundo. Todos lo lloraron, incluso aquellos que ahora revelaron, en un libro próximo a salir a la venta, su costado más oscuro, reseñó Infobae.
Y fue nada menos que su coprotagonista en Mork y Mindy, Pam Dawber (66 años), quien contó esa manía perversa que tenía la estrella norteamericana, quien tomó la decisión de suicidarse producto de una profunda depresión.
En Robin, la biografía escrita por Dave Itzkoff, periodista de The New York Times, Dawber explicó que detrás de la frescura de Williams se escondía alguien que acosaba permanentemente a sus colegas mujeres. De acuerdo a lo dicho en el libro, el actor agarraba su trasero y sus senos constantemente.
Incluso, durante los cuatro años que duró la exitosa serie familiar, el protagonista se desnudaba frente a ella sin ninguna inhibición y se paseaba durante un buen rato sin importarle nada, lo que la incomodaba.
Sin embargo, Dawber también indicó que esta conducta de Williams nunca le molestó, pese a su corta edad durante el rodaje. Lo que generaba el actor en ella era tan “encantador” que nunca podría haberlo juzgado como un degenerado. La línea que cruzaba el artista era clara, pese a que la mujer lo haya exculpado.
“Eran los 70, después de todo”, manifestó en su diálogo con Itzkoff para justificar a la difunta estrella. “Las cosas más groseras que me hicieron fueron hechas por él. Y nunca me ofendí. Quiero decir que fui molestada, golpeada, agarrada. Creo que probablemente lo hizo con mucha gente… pero fue muy divertido”, contó la actriz.
“De alguna manera él tenía esa magia. Si lo pones en un papel, te horrorizaría. Pero de alguna manera tenía esta cosita inocente… esos ojos brillantes. Él te miraba, muy juguetón, como un cachorro, de repente. Y luego agarraría tus tetas y luego huiría. Y de alguna manera él podría salirse con la suya. Eran los años setenta, después de todo”, dijo Dawber.
El director de la serie, Howard Storm, confirmó que esos acosos existían, pero que no había nada “lascivo en su mente, era tan solo Robin siendo Robin y creía que podía ser gracioso”.
“Él podía estar recitando un párrafo y en el medio de él se daba vuelta y agarraba su trasero. O un seno. Y comenzábamos de nuevo. Yo decía: ‘Robin, no hay nada en el guión que diga que debes agarrar el trasero de Pam’. Y él respondía: ‘Oh, ok'”, contó Storm.
El productor del exitoso show que inundó los hogares de los Estados Unidos y el mundo entre 1978 y 1982, Garry Marshall, también habló para la biografía y contó anécdotas desopilantes de Williams. “Se sacaba toda la ropa, estaba parado allí totalmente desnudo y ella trataba de actuar. Su objetivo en la vida era hacer sonrojar a Pam Dawber”.
El suicidio por ahorcamiento de Williams conmovió a la industria del cine y a sus millones de fanáticos. La drástica decisión fue adoptada luego de que el actor supiera que padecía Parkinson y otra enfermedad que le produciría demencia en el largo plazo.