Los pacientes psiquiátricos viven momentos de angustia y desesperanza. La escasez de medicamentos ha paralizado sus tratamientos y amenaza con llevar sus enfermedades a un estado crónico. En los institutos y hospitales públicos de salud mental, además de no haber fármacos, representantes gremiales han denunciado que los pacientes sufren maltrato y violaciones por parte de sus cuidadores.
Cuenta Wadalberto Rodríguez, presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría (SVP), indicó que de las 70 moléculas diferentes que había en el país hace cuatro años, hoy, ya solo quedan cuatro, lo cual se traduce en un déficit del 90% en el área psiquiátrica. “Para antidepresivos y estabilizadores de ánimo solo queda uno; para el insomnio solo quedan dos”, indicó Rodríguez.
Por su parte, Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana (FFV), coloca la cifra de desabastecimiento de medicamentos del sistema nervioso comunes en un 85%, y los de alto costo en un 95%, lo que a su juicio, se traduce en “un problema de salud mental del pueblo”.
Actualmente, según Rodríguez, solo se halla en el mercado un solo tipo de fármaco antidepresivo, uno de insomnio, y dos estabilizadores de ánimo. El psiquiatra asegura que esta limitación de medicamentos resulta muy perjudicial para los pacientes, pues el gran grueso de la población con problemas de salud mental, solía tomar un tipo de medicamento diferente a los que se encuentran ahora.
“La existencia de un solo antidepresivo, solo le puede servir a un 8% de la población con problemas de salud mental, mientras que al otro 92% no le funciona”, acotó agregando que depende de o avanzado de la enfermedad y de las caracteristicas de cada paciente.
Esta situación es de alto riesgo para la población psiquiátrica en el país, debido a que la imposibilidad de tomar medicinas, la irregularidad en los tratamientos o la adopción de un fármaco que no sea compatible, puede provocar que sus patologías se vuelvan crónicas o se agraven mucho más. “Los pacientes que no reciben medicamentos se hacen crónicos; es decir, sus patologías mentales se vuelven permanentes”, apuntó Rodríguez.
Mientras que en los casos de personas con depresión, puede resultar fatal el no controlarse con los fármacos si estos están recetados porque puede llevar a conducirlos a lastimarse a sí mismos e incluso al suicidio, recalcó Ceballos.
Abuso y maltrato. La escasez de medicamentos también se se vive en los hospitales psiquiátricos públicos. Los pacientes recluidos en algunos recintos, además de no tener acceso a los fármacos, tampoco cuentan con instalaciones adecuadas a las exigencias de los institutos de salud mental.
Según Carlos Rodríguez, expresidente de la FFV, en algunos centros de salud mental, como el Psiquiátrico de Maturín, los pacientes no tienen sábanas ni almohadas; en ocasiones realizan sus necesidades fisiológicas en las mismas habitaciones; algunos andan desnudos e, inclusive, ha habido casos donde “han sido abusados física y sexualmente por los cui-dadores”.
Cuenta Rodríguez que la mayoría de los pacientes que se encuentran internados, son abandonados por sus familias.