El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó que “sería una cobardía” no ser candidato a las elecciones de octubre cambiando así la posición que mantenía desde su llegada al poder en 2016, según le contó a la revista IstoÉ en una entrevista publicada el viernes.
“Recuperé un país que estaba quebrado. Estoy orgulloso de lo que hice y preciso mostrar lo que se está haciendo. Si yo no tengo una tribuna, lo que pasará es que los candidatos saldrán y me atacarán. Sería una cobardía no ser candidato”, aseguró en la versión que publica el sitio de IstoÉ.
Las declaraciones de Temer, que enfrenta varias investigaciones por corrupción y es el presidente más impopular de la historia moderna de Brasil, llegan después de semanas de crecientes rumores sobre una posible candidatura.
Desde su llegada al poder tras el polémico proceso de impeachment -en el que sucedió a la izquierdista Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente-, Temer siempre había afirmado que dejaría el cargo al completar el mandato en diciembre de 2018. Una posición que parecían sustentar sus bajísimos índices de aprobación, del 6% según el último sondeo de Datafolha.
Pero el mandatario, de 77 años, asegura que cambió de opinión “hace un mes y medio” al ver que no se perfilaba ningún candidato dispuesto a “defender al gobierno”.
Un periodo que coincide con su decisión de decretar la intervención militar en el violento estado Rio de Janeiro, interpretada por sus críticos como un movimiento con vistas electorales, extremo que el presidente volvió a negar.
De cara a la que sería su primera disputa presidencial, Temer defendió en la entrevista los logros económicos de su gestión, achacando sus bajos índices de popularidad a los paquetes de ajustes que debió implementar.
Con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) -amplio favorito en las encuestas- en un complejo limbo jurídico que complica su candidatura, las elecciones presidenciales de octubre en Brasil se presentan como las más inciertas de los últimos años.
AFP