Las hermanas Megan y Sophie de 11 años son completamente idénticas, incluso obtienen calificaciones similares en la escuela y terminan la oración del otra, reseña The Sun.
Mientras el peso de Megan comenzó a desplomarse, se sentía agotada y enferma, Sophie parecía absolutamente bien.
Se sometió a una radiografía de tórax, una ecografía y una resonancia magnética, pero durante meses los desconcertados médicos no pudieron encontrar nada malo.
Los médicos descubrieron que Sophie que se había mantenido muy enérgica mientras su hermana estaba enferma, tenía un cáncer asociado con los síntomas que Megan había mostrado.
La madre de nueve Rebecca de 37 años considera que “Fue desgarrador. No había ninguna indicación de que algo andará mal con Sophie. Fue Megan la que nos preocupó. Estaba pálida como un fantasma y agotada, no era lo que solía ser”.
Se descubrió un tumor de Wilms en el riñón de Sophie, el devastador diagnóstico sacudió a la familia y el padre Jamie, de 39 años, tuvo que tomarse un tiempo libre para ayudar a cuidar a su hija.
Megan siguió apoyando a su hermana e incluso ofreció cortarse el cabello cuando Sophie sintió miedo de perder el suyo.
A Sophie le extirparon el tumor canceroso junto con su riñón izquierdo durante una operación de siete horas y tendrá que continuar con la quimioterapia extenuante hasta junio. Megan también está sufriendo los efectos de la enfermedad de su hermana y está recibiendo terapia para ayudarla a aceptar lo que sucedió.