La crisis de la deuda venezolana podría estar al borde de un nuevo hito, ya que el martes vence un bono de US$ 650 millones y hay pocas esperanzas de que se pague.
Las notas de la empresa eléctrica estatal siempre se consideraron entre los valores más riesgosos del país porque las desventajas de una cesación de pagos son relativamente menores. No contienen ninguna regla de insolvencia cruzada que pueda afectar la deuda soberana o las notas de la petrolera estatal, y la concesionaria de energía eléctrica no posee activos en el extranjero que los inversionistas puedan tratar de incautar.
Si no se realiza un pago de capital, sería una nueva decepción para los inversionistas venezolanos que ya acumulan US$ 2.000 millones en intereses atrasados, pero aún no han visto al gobierno omitir el reembolso de las notas que vencen.
El presidente Nicolás Maduro dijo en noviembre que quería reestructurar las obligaciones del país en medio de una profunda recesión, una crisis cambiaria y una fuerte caída en la producción de petróleo, pero las sanciones internacionales impidieron cualquier avance en ese frente.
“Simplemente no los veo extrayendo ese tipo de capital a pagar en este punto”, dijo Ray Zucaro, el jefe de inversiones de RVX Asset Management, que posee deuda venezolana.
Fitch Ratings las coloca un nivel por sobre el grado de default. Solo algunos titulares recibieron un pago de intereses con vencimiento en octubre y el fideicomiso declaró la cesación de pagos. Elecar dijo que el pago se retrasó a causa de “cambios operacionales”, que más tarde el ministro de Economía y Finanzas, Simón Zerpa, dijo que se habían resuelto.
Acreedores poderosos
Si el bono se llega a pagar, los inversores que compraron esos títulos obtendrían un rápido beneficio del 150%. Esto también podría provocar una liquidación de otras deudas venezolanas.
La última luz de esperanza a la que los gerentes de fondos pueden aferrarse es la especulación infundada de que un grupo de venezolanos ricos con conexiones gubernamentales tiene gran parte de la deuda y el gobierno de Maduro no querría darles razones para estar enojados.
Los funcionarios de Elecar y del Ministerio de Economía y Finanzas de Venezuela se negaron a comentar sobre el pago o revelar quiénes tienen la deuda.
Vía: Bloomberg