El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exhortó a “evitar una situación fuera de control” en Siria, en medio de una creciente tensión por la amenaza de Donald Trump de un inminente lanzamiento de misiles como represalia a un presunto ataque químico cerca de Damasco.
AFP
En medio de esta crisis, este jueves Rusia aseguró que la bandera del régimen sirio ondeaba en Duma, último bastión rebelde, lo que supone la conquista total de Guta Oriental, región al este de Damasco.
Al mismo tiempo, los últimos rebeldes de Duma entregaron sus armas pesadas mientras que su jefe dejó la zona en dirección al norte del país, indicó el jueves el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Horas antes, el presidente de Estados Unidos Donald Trump, había advertido que “los misiles llegarán” en respuesta al supuesto ataque químico en Siria.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que Trump cree que Rusia y Siria son “responsables” del “ataque químico” ocurrido el sábado en la localidad de Duma.
Pero Sanders aclaró que todavía continúan las discusiones sobre una posible acción militar estadounidense. “Todas las opciones están sobre a mesa, y la decisión final no ha sido adoptada”, dijo.
El Ejército ruso afirma que el presunto ataque químico fue una “puesta en escena” de los Cascos Blancos, la organización de socorristas sirios, primera en denunciar el ataque.
Por su lado, la primera ministra británica Theresa May preside este jueves una reunión de su gobierno para discutir una posible respuesta militar a ese presunto ataque químico.
May dijo que “todos los indicios” apuntan a que el régimen de Bashar Al Asad está detrás de ese ataque.
El ministerio de Defensa británico no quiso comentar una información del diario The Daily Telegraph que apuntaba que los submarinos de la Royal Navy recibieron la orden de tomar posiciones para estar en medida de disparar misiles de crucero Tomahawk contra Siria a partir del jueves por la noche.
A su vez el presidente francés Emmanuel Macron, que estableció una “línea roja” sobre el uso de armas químicas, cree también que el presidente sirio fue responsable del ataque del sábado en Duma en el que según socorristas murieron al menos 40 personas.
– Canal abierto –
En este contexto, crecen los temores de un posible incidente en Siria entre Estados Unidos, que lidera una coalición militar en la región, y Rusia, estrecho aliado del régimen de Damasco y cuyo apoyo militar ha sido decisivo para que inclinara la guerra a su favor.
El Kremlin aseguró este jueves que el canal de comunicación entre militares rusos y estadounidenses sobre sus operaciones en Siria, destinado a evitar incidentes, está actualmente “activo”.
Este canal, que consiste en particular en una línea telefónica especial, “se halla en un estado activo y la línea se utiliza de ambos lados”, declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El miércoles la tensión, al menos verbal, llegó a ser extrema entre las dos superpotencias.
El embajador ruso en Líbano, Aleksander Zasypkin advirtió que “en caso de ataque de Estados Unidos (…) los misiles serán destruidos así como los equipos de donde proceden”.
El presidente Trump recurrió por su lado a Twitter para advertir a Rusia. “Rusia promete derribar todos los misiles que se disparen contra Siria. ¡Prepárate, Rusia, porque llegarán, lindos, nuevos e ‘inteligentes’! ¡No deberían ser socios de un Animal Asesino con Gas que mata a su pueblo y lo disfruta!”, escribió, refiriendose al presidente sirio.
Ante la vehemencia de las amenazas, Guterres llamó a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido- para exhortarles a “evitar una situación fuera de control”.
El secretario general de la ONU lamentó “que el Consejo hasta ahora haya sido incapaz de alcanzar un acuerdo sobre este tema”.
Bolivia, que se colocó del lado de Rusia, pidió que se celebrara este jueves una reunión del consejo de seguridad sobre la “reciente escalada de la retórica sobre Siria”.
En fin, el presidente ruso Vladimir Putin, dijo esperar que “el sentido común” se imponga en las relaciones internacionales “cada vez más caóticas”.