Estados Unidos no pretende poner a Latinoamérica en una disyuntiva entre comerciar con él o con China, pero cree que para la región es más beneficioso hacer negocios con el vecino del norte, dijo este viernes el secretario estadounidense de Comercio, Wilbur Ross. EFE
“No les estamos dando a elegir entre Estados Unidos y China, no tenemos ningún problema en que exploren las posibilidades con ese país todo lo que quieran. Nunca hemos pedido a ninguna nación que no comercie con otra, excepto en los casos sobre los que hemos impuesto sanciones, como Rusia”, sostuvo.
Ross se encuentra en Lima como parte de la delegación de EEUU que participa en la VIII Cumbre de las Américas, que desde hoy reúne a los mandatarios del continente bajo el lema “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”, y también participó en la III Cumbre Empresarial de las Américas.
El mensaje que EEUU había anticipado que Ross transmitiría en la capital peruana pasa por una advertencia a los países americanos sobre los riesgos de la creciente influencia económica y comercial de China en la región.
“China compra básicamente materias primas y productos agrícolas de Latinoamerica, mientras nosotros les compramos productos manufacturados. Hay más valor añadido en los productos que Latinoamérica nos vende que en los que le venden a China. Así que creemos que (hacer negocios con EEUU) beneficia más a la economía de los países latinoamericanos”, explicó.
También recordó que los países latinoamericanos tienen un superávit comercial con EEUU que casi duplica el déficit comercial que, a su vez, tienen con el gigante asiático.
Sobre la renegociación, por parte de EEUU, del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP), al que Donald Trump ha afirmado que su país regresará si logra un mejor acuerdo, Ross dijo que a Washington le gustan los países que forman parte de esa alianza, pero no el acuerdo.
En su primer día en la Casa Blanca en enero de 2017, el líder republicano retiró su país del TPP en cumplimiento de sus promesas electorales proteccionistas.
“Queremos comerciar con ellos (…). El presidente Trump dejó claro que va a revisar el TTP pero todo dependerá de las condiciones”, refirió el secretario de Comercio, quien subrayó que el mandatario “siempre ha estado a favor de cualquier acuerdo que tenga sentido para Estados Unidos en términos económicos”.
Por ello, precisó que la decisión “no supone ningún cambio respecto a su postura previa”, y que en cualquier caso el acuerdo anterior, negociado por la administración de Barack Obama, nunca hubiera sido ratificado por el Congreso y tanto Trump como la demócrata Hillary Clinton se opusieron a él durante la campaña presidencial a la Casa Blanca.
El TPP está integrado en la actualidad por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.
Sobre la mesa se encuentra también la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) entre EEUU, Canadá y México, un proceso en el que según Ross es necesario llegar a consenso para finales de mayo por la coyuntura electoral en los tres países.
En junio se celebran elecciones provinciales en Canadá, en México hay presidenciales en junio y en noviembre se celebrarán comicios legislativos en noviembre: “Si no se hace en algún momento de mayo, probablemente no podrá ser hasta finales de año”, advirtió.
Ross indicó que tanto México como Canadá están “negociando para conseguir un acuerdo que beneficie a su país”, por lo que cada país está fijando una postura más difícil dependiendo del asunto concreto en negociación.
Además, preguntado sobre la supuesta propuesta a Brasil de una cuota de exportación de acero -lo que dejaría a ese país al margen de las proteccionistas restricciones en ese sector que defiende Trump-, comentó que EEUU quiere asegurarse de que no se da sobreproducción en sus “países amigos”.
“Hay una sobreproducción mundial tanto en el acero como el aluminio y hay que enfrentarse a eso porque está haciendo bajar los precios, tanto los de Brasil como los nuestros”, refirió.
Por ello, agregó, el país norteño busca asegurarse de que “no hay demasiado producto, demasiada sobreproducción en nuestros ‘países amigos’ y también evitar que importen demasiados productos subvencionados de otros países”.
“Es importante abordar tanto sus importaciones como las exportaciones”, concluyó. EFE