El obispo nicaragüense Silvio Báez denunció este viernes que cientos de estudiantes que buscaron refugio en la Catedral de Managua, en medio de brotes violentos, fueron asediados por la Policía Nacional de Nicaragua, lo que fue negado por esa institución pese a las evidencias. EFE
“La Policía ha querido entrar al recinto de la Catedral de Managua, donde se han refugiado algunos estudiantes pacíficamente y están recibiendo víveres de parte de la gente”, denunció Báez, miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
Los brotes de violencia se mantienen en Nicaragua y han cobrado tres muertos en tres días, tras una suma de inconformidades con el Gobierno Central, que tuvo como detonante las medidas de seguridad social, que aumentan la cuota patronal y laboral, y establecen la cotización perpetua.
La Policía nicaragüense negó el asedio denunciado por Báez.
“Nuestra Institución Policial no ha ingresado, no ha intentado ingresar, ni tiene intenciones de ingresar al recinto de la Catedral Metropolitana de Managua, por el contrario, hemos sido respetuosos con las iglesias, instituciones y autoridades religiosas de nuestro país, brindando protección a través de vigilancia y patrullaje”, informó la institución en un comunicado.
La Policía local dijo desconocer “los motivos o razones” de la denuncia del obispo.
Imágenes divulgas por los manifestantes, tanto estudiantes como pobladores, muestran a los agentes intentando ingresar a la Catedral de Managua, en el centro de la ciudad, sin éxito.
Las imágenes también muestran a los agentes policiales disparando bombas lacrimógenas y otros proyectiles difíciles de identificar hacia el interior del templo católico.
De la misma manera hay videos en donde se observa a los agentes deteniendo a los carros en las carreteras para decomisar agua y alimentos que creen son para apoyar a los estudiantes, mientras que protegen a encapuchados agresivos que dicen estar del lado del Gobierno.
Tanto manifestantes como organizaciones de la sociedad civil y empresarios han solicitado al Gobierno y a las fuerzas de seguridad que dejen de un lado la violencia y den lugar a la libre expresión de la ciudadanía.
Las manifestaciones pacíficas contra el Gobierno se han proliferado en toda Nicaragua, sin embargo, los brotes más violentos se han visto en las ciudades de León, Managua y Masaya.
La líder campesina Francisca Ramírez, un personaje de alto valor moral en Nicaragua, anunció que se sumaría a las protestas con miles de campesinos.
El sector privado llamó a una gran “marcha por la paz” el próximo lunes, para convencer al Gobierno de que cese la violencia. EFE